martes, 1 de mayo de 2012

Capítulo 36


De pronto, lo dos nos damos cuenta de la situación tan bochornosa en la que nos encontramos y nos separamos de golpe. Álex está completamente ruborizado e imagino que yo también lo estoy.
-     Pe… Perdona. Ha sido un ataque de nervios –me dice
-     No pasa nada.
Sin decir nada más, el chico salta los restos de lo que antes era el muro de nuestro jardín y echa a andar en dirección al camino. Le sigo corriendo, me da miedo quedarme sola en una época que no conozco, pero no me siento capaz de ponerme a hacer preguntas.
A pesar de que no parece haber pasado mucho tiempo, Sevilla ha crecido un montón y ya solo queda a cinco minutos de lo que en mi época era Casa Cronos. Alejandro mira la ciudad con cara de asco, como quien mira a una fruta podrida.
La verdad es que lo que vemos no se merece mucho más. Desde nuestra época, a parte de crecer, la ciudad ha sufrido muchos más cambios. Hay edificios altísimos de hormigón, los coches circulan por todas partes y de las tiendas salen músicas de lo más estruendosas. Todo está muy cambiado ¿En qué año estaremos?
-     Dos mil doce –contesta mi acompañante como si me hubiese leído la mente-  Solo han pasado cincuenta y tantos años y mira lo que hemos hecho con el planeta –señala al cielo, que está cubierto de humo.
-     Han sido los coches, hay muchos más que en nuestra época y son mucho más grandes.
Culpo a los coches, pero en realidad todo esto lo hemos hecho los humanos. Suena demasiado terrible decirlo así, prefiero decir que han sido esos objetos inanimados que ruedan por las calles.
-     ¿Es necesario que nos quedemos muchos más rato aquí? Está todo muy sucio –le digo a Alejandro cuando ya llevamos un rato parados.
-     Pensaba quedarme un rato e invitarte a un café por las molestias, pero me da asco. ¿Te importa?
-     Que va, que va, si yo prefiero irme.
Caminamos de regreso a las ruinas de Casa Cronos en silencio, ya no por la vergüenza, si no por la impresión que nos ha causado a los dos ver lo que será el mundo dentro de poco. Desde dos mil cinco, la época que visitaremos en busca de la escritora, han pasado siete años. Aun así, no me hará ninguna gracia volver a viajar al futuro.
-Siento haberte traído a un sitio tan feo. Nunca había venido aquí, ni siquiera con mi padre.
- Si no nos matan los Hirsizlar, nos tocará vivir esta época. No es culpa tuya que haya visto este lugar.
   Nuestra felicidad se ha desvanecido completamente, y no la recuperamos hasta que volvemos a nuestra época. Caemos en el jardín, que está mucho mejor cuidado que en dos mil doce. Allí está Isaac, tumbado en el aire y mirándonos extrañado.
-     ¿De dónde salís vosotros dos? ¿Escapada temporal romántica?
-     ¡Eh!
Me estoy preparando para tirarle una piedra, otra vez roja de vergüenza, cuando Alejandro se echa a reír mientras rueda por el césped. El chico fantasma le observa asustado, pensando que se ha vuelto loco, pero yo comprendo lo que siente. Es una alegría volver a nuestra época, que aún se conserva limpia y llena de campos. Yo también me pongo a rodar por el suelo, contagiada de pronto por la energía del dios del tiempo.
-     ¿Qué os ha dado a los dos?
-     ¡Cómo echaba esto de menos! Y mira que solo hemos estado quince minutos… Es un mal sitio para una escapada romántica, Isaac, te lo aseguro –para de pronto de rodar, provocando que me choque contra él.
-     Está todo muy sucio y hay coches por todas partes
Me pongo de pie y sacudo mi vestido, que está lleno de briznas de hierba. Pienso en hacerme la enferma mañana para no tener que volver al futuro, pero rechazo inmediatamente esa idea.
Soy demasiado buena persona para dejar solo a Alejandro en un lugar así. A fin de cuentas, yo soy la única que ha estado antes.
-     Ya me contarás los detalles, te veo muy emocionada –me dice Isaac mentalmente.
-     Eso si no te mato antes –le contesto riendo- Sí, te habrán matado dos veces.
-     Oh, si no me lo quieres decir es que algo ha pasado.
Dicho esto, el chico fantasma se va levitando mientras me saca la lengua. Corro detrás de él, dejando a mis espaldas a Álex, que por algún motivo, nos mira con cara de pena.

-----------Nota de Sofía--------
Un capítulo cortito, lo sé, pero ya queda poco para que acabe la primera parte de la historia y estos últimos son para alargarla un poco más. Así, también me dejo unas cuantas cosas pendientes para la segunda parte.
Sí, me habéis pillado, lo hago en varias partes porque queda más profesional y me hace sentir poderosa xD
Espero que os haya gustado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario