Ver la cara de la madre de Jose, nos
impacta tanto que somos incapaces de decir nada. Alejandro parece intentarlo
varias veces, pero al final Samuel es quien tiene que tomar el control de la
situación. Saluda a la señora y se presenta con total calma, como si fuese lo
más normal del mundo encontrarse a una desconocida con tu misma cara:
-
Muy buenas, señora. Somos amigos de su hijo. Yo soy
Samuel, y conmigo vienen Andrea, Stefania y Alejandro –no menciona a Isaac,
quizás porque se ha olvidado de él o porque no sabe hasta qué punto llegan los
conocimientos de la madre de Jose sobre espíritus y poderes extraños-. Él nos
ha dicho que podría hablarnos sobre la escritora… ¿es su madre?
-
Ah, hola… Sí, es mi madre –la mujer parece algo
desorientada, probablemente por ver a su réplica masculina justo delante de sus
narices-. Pero yo no quiero hacer entrevistas con nadie. No, no os voy a decir
nada, disculpadme… Además, se me van a pegar las lentejas… -entre excusas,
empieza a cerrar la puerta.
Ninguno de nosotros trata de
impedírselo, somos incapaces de movernos. ¿Qué puede significar esto? Está
claro que no es una simple coincidencia. La madre de Jose tiene alguna relación
con los gemelos, lo que significa que su hijo también la tiene. ¿Por qué nos lo
habrá ocultado?
Un montón de preguntas pasan por mi
mente mientras nos miramos los unos a los otros en silencio. Nos habríamos
pasado así horas si Isaac no se hubiese decidido a interrumpir nuestro silencio.
-
¿Cuál de los dos será el abuelo? –pregunta mirándonos de
uno en uno.
-
¿Qué clase de pregunta es esa? La escritora era una
mujer, tiene que ser Mariam por fuerza –contesta Álex con un tono extraño en su
voz. No se puede distinguir bien si es enfado, preocupación o las dos cosas
juntas.
-
Nunca lo habría imaginado… pero es cierto que tiene un
carácter parecido –digo yo.
Seguimos hablando sobre las distintas
posibilidades, nos gustaría encontrar una solución distinta. Transmitimos a
Samuel y Stefania las palabras del chico fantasma cada vez que esta habla. Nos
preocupa que lo que ocurra ahora entre Mariam y Jose (ya sea una profunda
amistad o que se odien a muerte) cause un cambio en el curso de la historia.
-
¿No ser mejor que volvamos antes de problemas? –propone
Stefania, con sus típicos errores gramaticales.
-
Pero en la historia aparecían personajes similares a
Jose y Kalahari. Quizás sería peor volver ahora a nuestra época… -contradigo a
la rumana.
-
Andrea tiene razón. Sí las cosas ocurren así en el
libro, dejemos que también sea de esa forma aquí –me defiende Isaac
-
Yo no estoy de acuerdo. Vosotros no habéis leído la
historia completa, no sabéis lo que ocurre al final –Samuel dice esto alzando
la voz, lo que nos sorprende a todos. Solo Stefania permanece impasible ante la
pérdida de papeles del dios del sueño.
No nos deja preguntarle cuál es el
final de la historia. Se va con paso ligero hacia la casa de Jose y ni siquiera
Stefania se molesta en seguirle. Mientras volvemos, la rumana intenta recordar
algún detalle de la historia que haya podido incomodar al chico, pero solo
recuerda que al final el grupo se disuelve y cada uno sigue un camino distinto.
Ningún gesto demuestra que esté mintiendo. Aun así, el final no me gusta nada,
no quiero separarme de mis amigos.
Mis tristes reflexiones se ven
interrumpidas al llegar a la casa. Mariam y Jose están saliendo por la puerta y
dicen que van a ir a comprar algo para comer, que esperemos dentro con los
demás. Hoy invitará él, pero mañana tendremos que volver a nuestra época y
comprar la comida con nuestro dinero (también la suya y la de Kalahari).
Obedezco al chico y entro en la casa, pero alguien me agarra firmemente por un
hombro.
Al girarme encuentro a Alejandro, que
me indica con un gesto que guarde silencio y cierre la puerta con cuidado.
Cuando pasan unos segundos, el dios del tiempo murmura:
-
Andrea, vamos a seguir a esos dos. Después de lo que
hemos descubierto… no me fio de que Mariam pueda hacer alguna locura. No sé si
me entiendes.
En realidad no entiendo lo que quiere
decir, pero no se para a explicármelo. Vuelve a agarrarme, esta vez del brazo,
y empieza a seguir rápida y silenciosamente a sus objetivos.
----------Nota de Sofía---------
Disculpad que haya tardado tanto en escribir un capítulo tan malo y corto, pero últimamente tengo muchas cosas que hacer. Casi estoy más atareada que en invierno. Hoy, por ejemplo, mi madre y mi tía me han hecho recorrer TODAS las tiendas más canis de Granada *-* Con lo poco que a mí me gusta comprar...
Bueno, no os cuento mi vida xD Os dejo ahí con el capítulo, espero que os haya gustado.