jueves, 28 de junio de 2012

Capítulo 2.8.


*Contado por Isaac*
Ya hace un rato desde que Álex nos sacó de la habitación. La tensión está en el aire. Luz, Martina y Stefania no dejan de dar vueltas por la casa y esto pone a Jose muy nervioso. Se ha puesto a gritarles, pero Mariam le da una patada y le dice que se calle, que no desconcentre a Alejandro. Samuel es el único que conserva la calma, pero se está dejando las uñas en el intento.
Yo estuve dando vueltas con las chicas un rato, pero me ponía más nervioso al escuchar sus comentarios pesimistas (“¿Y si muere?”, “¿Se le habrá infectado?”) y me senté junto al dios del sueño.
Cada vez que se oye un quejido de Andrea, un escalofrío recorre el cuerpo de los que están vivos. Que tiempos aquellos… Si no me hubiese dejado matar por los Hirsizlar, ahora mismo podría estar dentro de ese cuarto ayudando al dios del tiempo.
-     Si ahora estuvieses vivo, serías todo un viejo. No estarías tan preocupado por ella. De hecho, no habrías venido con nosotros. Eres e mayor del grupo, tienes que infundirnos valor –Martina se para junto a mí y revuelve mi pelo rubio.
-     ¿Estaba hablando en voz alta? Pues menos mal que solo me escuchas tú, si no habría parecido un loco.
-     Aquí al final los locos acaban siendo los mejores. Mira mi hermano, no servía para nada hasta que tuvo que salvarle la vida a Andrea. Desde luego, es mi ídolo.
No contesto, mi mente vaga entre los recuerdos de mi hermano. Fue secuestrado por los Hirsizlar hace muchísimo tiempo y fui incapaz de rescatarle. Al igual que Álex para Martina, él era mi modelo a seguir. Supongo que él no se convirtió en fantasma, porque desde que se lo llevaron solo he conseguido verle en fotos de Ángeles. Ellos se llevaban muy bien, más incluso de lo que debían.
Se oye un portazo a mi lado y dejo mis reflexiones. Alejandro acaba de salir del salón, con todas las manos y la ropa llenos de sangre, y el pelo mojado por el sudor. A pesar de su mal aspecto, sonríe. Todos se acercan a él y empiezan a hacer preguntas.
Sé que no me escuchará, hay demasiado jaleo, así que entro a ver a Andrea por mí mismo. Hay más sangre que antes en el suelo, pero el vendaje no se ha empapado tan rápido como antes. Tiene mala cara, probablemente le ha subido la fiebre, pero ya no parece correr el riesgo de desangrarse. Quizás deberían darle de comer para que recupere toda la sangre que ha perdido. Me aparto de ella para pedir comida.
Cuando me doy la vuelta para acercarme a Alejandro, que ahora es el único que puede escucharme, reparo en que está junto a mí con una caja de pastillas en la mano.
-     ¿No ha quedado mal, verdad? Tendrías que verlo, parece un bordado profesional –me sonríe mientras saca uno de los pequeños redondeles.
-     Mientras esté bien, supongo que da igual cómo ha quedado. Pero muchas gracias, Álex. Tiene que ser una tarea realmente desagradable.
-     Ay, no me des las gracias que me pongo rojo –hace un gesto cursi, llevándose las manos a la cara. Es extraño ver a un chico cubierto de sangre tan animado.
Está poniendo la pastilla en la boda de nuestra amiga cuando entra Jose en la habitación. No parece enfadado con toda la suciedad, pero tampoco está contento. Parece más bien asqueado.
-     Tú, ayúdame a subirla a la habitación. A ver si las chicas pueden limpiar esto de alguna forma… Que asco.
La sujeta por la espalda, teniendo cuidado de que el brazo herido no reciba golpes, y Alejandro la coge por los pies. Entre los dos la llevan escalera arriba y la tumban en una cama.
-     Esta es la de invitados, que conste que mi cama es solo para mí. Vosotros, si es que os pensáis quedar, os repartís el salón.
-     Eres un borde, ¿sabes? –Mariam ha subido detrás de nosotros con una especie de gazpacho que intenta que Andrea se tome. Lo va consiguiendo poco a poco.
-     Oye, que estás en mi casa, respétame un poco –se acerca amenazante a Mariam, pero cuando esta se prepara para echarle la sopa por encima, el chico se ríe.
-     Estás como una cabra –Andrea termina su gazpacho y los tres bajan a contribuir con las labores de limpieza.
Álex me deja al cuidado de la enferma, no sé si es porque abajo no serviría para nada o porque soy el que más tiempo pasa normalmente con ella. Sea por lo que sea, da igual. No me habría quedado tranquilo dejándola sola después de un ataque Hirsizlar.
-     Aunque no pueda defenderte, si puedo gritar a pleno pulmón –le digo mientras paso mi brillante mano por su pelo.
-     Isaac… ¿tú… tienes… pulmones?
Andrea acaba de despertar y me mira con una ligera sonrisa. Se le cierran los ojos a causa del dolor y la fiebre. No aguanta mucho rato despierta, pero me hace ilusión haber escuchado sus primeras palabras después de despertar.
Cuando ya duerme profundamente, murmuro:
-No, creo que no tengo pulmones.

------------Nota de Sofía----------
¿Cómo van las vacaciones, gentecilla? Calurosas, ¿verdad? Espero que el capítulo de hoy os haya hecho olvidar por un rato ese sol ardiente que no nos deja vivir.
Ya se echaba de menos que Isaac participase tanto, con lo lindo que es. Sería interesante conocer a alguien como él en la vida real, pero que esté vivo, si no nos tomarían por locas xD
Ahí os dejo, disfrutad del verano.

sábado, 23 de junio de 2012

Capítulo 2.7.



*CONTADO POR ISAAC*
Andrea aún no despierta y las vendas que puso Jose en su brazo ya están empapadas en sangre. Me siento un inútil sentado aquí sin poder hacer nada, viendo cómo mi amiga se desangra.
El chico del futuro le vendó el brazo y se fue a buscar a los demás a la planta alta, donde se oyen gritos. En el pequeño comedor solo quedamos nosotros dos, incluso Martina acompañó a los otros.
Al menos, el chico tuvo la decencia de no dejar a Andrea tirada en la calle, pero es una herida demasiado grave para una cura tan sencilla. Últimamente, los Hirsizlar parecen haberme cogido manía. Primero se me llevan a mi hermano y me matan (aunque de eso ya hace tiempo), después queman mi casa y ahora… esto.
La más inocente  y simpática del grupo, la única que no se metió en la pelea, es la que peor parada ha salido. ¿Cómo se entrenarán esos malditos? Es increíble la resistencia que han ofrecido esos de fuera y, aunque arriba la pelea parece estar durando menos, el último ladrón ha peleado con fuerza y coraje. No hay más que ver a los chicos, que van entrando en fila al salón, todos magullados y con heridas.
-     Joder, cómo me ha puesto el sofá. Mi vieja me va a ahorcar… -mira a Andrea
-     ¿Qué le ha pasado? –Alejandro y Mariam hablan a la vez. Corren junto a la chica, que se convulsiona por la fiebre que le ha producido el profundo corte.
Solo Jose y yo estábamos al tanto de la historia, y el primero no parece muy dispuesto a contarles nada. Sale del salón alegando que va a buscar vendas y algún desinfectante. De pronto, todos han olvidado que acaban de salir de un ataque Hirsizlar. Lo que más importa es curar a Andrea. Explico a Alejandro lo que ha ocurrido y él se lo transmite a los demás, aunque ninguno nos hace mucho caso.
-     ¿Qué vamos a hacer? –pregunta Stefania con voz temblorosa. Está realmente pálida. Samuel le pasa su brazo izquierdo por encima de los hombros, sin preocuparse de lo que pueda opinar su hermana.
-     Desde luego, no podemos llevarla a un hospital. Nos pedirían la documentación e intentarían hablar con nuestras familias.
-     Yo solo puedo ponerle vendas y desinfectarle la herida, no soy médico –Jose acaba de entrar al salón con una botellita de desinfectante en la mano y un rollo de gasas en la otra. Empieza a despegar cuidadosamente el vendaje del brazo de Andrea, pero ella gime de dolor.
-     Ay, Dios mío… -la rumana cada vez tiene peor cara. Luz se ofrece a acompañarla fuera de la habitación. Se despide diciendo que va a intentar tranquilizar a los vecinos. Martina no tarda en seguirlas, la visión de la sangre le hace recordar su cautiverio.
En el pequeño salón ya solo quedamos los gemelos, Álex, Jose y yo. Aun así, el ambiente se nota muy cargado, hay mucha tensión. Al despegar la zona del vendaje que rozaba la piel de Andrea, el corte empieza a sangrar con más fuerza. Mariam sale empieza a retroceder y sale de la habitación con la excusa de mantener dormidos a los Hirsizlar que nos atacaron. La sangre ha disuelto todas esas muestras de compañerismo.
Jose termina de desinfectar la herida e intenta volver a cubrirla, pero las gasas se humedecen muy rápido  y se van quedando pegadas a la piel.  Andrea cada vez está más pálida. Empiezo a perder las esperanzas de que aguante con vida y Samuel parece pensar lo mismo que yo. Niega con la cabeza.
-     Oye, esto se pone feo. O llamamos a un hospital para que le cosan la herida o no lo va a contar –el chico del futuro desiste en sus intentos de vendar el brazo de la diosa de la Tierra.
-     No podemos hacer eso, Jose, no tenemos documentación y seguro que nos meteríamos en… -las palabras de Samuel se ven interrumpidas por Alejandro, que pide al dueño de la casa un costurero.
-     ¿En serio vas a hacer eso? –pregunto a Álex
-     Por supuesto. Por una vez, el loco del grupo va a hacer algo útil –me sonríe confiado y nos echa a todos de la habitación.


--------Nota de Sofía-----------
¡Hey, gente! ¿Qué tal salieron las notas? Por lo visto a nosotros nos las dieron antes de tiempo, así que a lo mejor aún no sabéis nada. Si es así, mucha suerte a todos.
¿Os ha gustado el capítulo? ¿Será capaz nuestro queridísimo "loco" de salvar a Andrea o se volverá un fantasma como Isaac? Que emoción ^^ Pero tendremos que esperar al próximo capítulo para saberlo.  Sí, yo también tendré que esperar, porque no tengo si idea de lo que voy a hacer xD
Nada, disfrutad del capítulo y de las vacaciones. No olvidéis comentar :)

domingo, 17 de junio de 2012

Capítulo 2.6.


En los segundos de confusión que nos mantienen parados, los hombres tienen tiempo de organizar un ataque. Uno de ellos sigue peleando con Jose a puñetazos, mientras que los otros dos entran a la casa.
Mariam y Álex no tardan en reaccionar y echarse encima del primero: ella con las uñas por delante, él mordiendo con fuerza. Parece una pelea de gatos, aunque más violenta. El resto no tardan en unirse, pero a pesar de ser seis contra uno (yo no sé lo que hacer y me quedo apartada), el hombre está aguantando bastante.
Miro a mi alrededor, intentando encontrar algún objeto para lanzar al hombre, y justo cuando me doy la vuelta se oyen un grito y un potente golpe.
La diosa del sueño yace a un lado, con una brecha bastante fea en la cabeza. Me acerco e intento curar la hemorragia con mi pañuelo, pero este no tarda en empaparse de sangre. Rompo el bajo de mi camisa y sigo presionando la herida. Cada vez se oyen más gritos en la pelea, creo que se ha unido otro de los hombres, pero ahora solo puedo estar pendiente de mi amiga desmayada.
Isaac, preocupado, me dice que la aparte. Ya han estado varias veces a punto de caernos encima, pero no le hago caso. Temo que al mover a Mariam volver a abrirse la brecha.
-     ¡Andrea, a la derecha! ¡Andrea, a la izquierda! –no para de gritarme que me mueva, intentando que no sea pisada por alguno de los combatientes.
Mientras, Martina anima a su hermano a dar más golpes y pide a Luz que tenga cuidado. Se comporta como si estuviese viendo un partido de fútbol, cosa que me pone bastante nerviosa, teniendo en cuenta que hay gente jugándose la vida en esto.
De pronto, cuando está empezando a mejorar la herida, se oye otro golpe. Éste no ha sido tan fuerte, aunque cabrea bastante a Samuel. Sospecho que la que ha caído ha sido Stefania, no creo que otra cosa hubiese alterado tanto al tranquilo del grupo. Grita y blasfema como si se lo llevasen los demonios hasta que, con otro golpe seco, nuestros atacantes caen a mi lado, haciéndome saltar.
-     ¡Dale, muy bien! ¡Cómo defiende a sus chicas! –chilla Martina.
No da tiempo a celebrar la victoria, queda un hombre dentro y no sabemos lo que se puede traer entre manos. Los vecinos nos miran asustados desde las ventanas de sus mugrientas casas, y Jose intenta organizarnos para poder detener al último y curar a las heridas.
-     ¡Venga, no os quedéis parados! –vocifera- ¡Todos dentro, a buscar a ese cabrón! –a pesar de que mis compañeros no confían demasiado en él, no dudan en obedecerle esta vez.
Entran todos, fuera solo quedamos el chico del fututo, Isaac y yo, además de Mariam. Stefania se ha levantado y ha seguido al resto cojeando.
-     ¿Es una herida muy fea?–Jose parece preocupado por la diosa del sueño.
-     Le han empujado y se ha dado un golpe contra eso, pero ya se está cortando la sangre –señalo una deteriorada barandilla.
-     No, si me refiero a ti. Mariam se pondrá bien, bicho malo nunca muere. Tienes un corte terrible en el brazo, ¿con qué te han dado?
¿Yo estoy herida? Con tanta acción, no me había dado cuenta. Miro mi brazo herido, el derecho, y comprendo por qué este chico tan pasota parecía preocupado. El corte es tan profundo que se ve el hueso, y no deja de sangrar.
Lo veo todo borroso. Isaac y Jose se acercan preocupados a mí. El segundo se da cuenta de que me estoy cayendo y me agarra. Ya no veo nada más.

------Nota de Sofía------
¡Cuánto tiempo! Ya se echaba de menos escribir los capítulos y preocuparme por si me tiraréis piedras o no xD
Creo que no ha quedado muy mal, aunque a lo mejor debería de haber descrito mejor la pelea. Se supone que Andrea no la presencia, así que en el capítulo no podía dar más detalles, pero si os hace ilusión, cuando me den las vacaciones escribiré un especial sobre eso.

Nada más, os dejo con un dibujo de sabrá Dios qué capítulo. Me había olvidado de él, y como no sé dónde va, no podré ponerlo donde corresponde. 
Son Luz y Martina cantando, en aquel capítulo donde van a la chopera a entrenar los poderes de Andrea:

lunes, 4 de junio de 2012

Importante

QUEDA CERRADO EL BLOG HASTA LA VUELTA DE EXÁMENES (2 SEMANITAS)
MI MENTE ESTÁ DEMASIADO SATURADA.
ESPERO QUE ME DISCULPÉIS, SED COMPRENSIVOS.