miércoles, 29 de febrero de 2012

Capítulo 18

A la una y media me arreglo para bajar al comedor. Estoy un poco despeinada y me he manchado mucho en el bosque.
Ya me encuentro mejor, pero estoy algo nerviosa. Si los rumanos están comiendo con nosotros, puede que hablen de algo importante y yo no me enteraré de nada. Tendría que haber aprendido al menos algún saludo y haber aprendido sus nombres, pero no he tenido tiempo. Así se lo cuento a Isaac, que apareció un rato después soplándole a una flor para arrastrarla hasta mí. Al parecer, es una de las que he creado con mis poderes. Lo ha tenido que pasar mal para subirla por las escaleras.
-    Ah, no debes preocuparte por eso. Ya escuchaste a Mariam, ella no piensa dejar de hablar en español. Y, si quieres, yo te traduciré lo que dicen.
-    ¿Tú sabes hablar su idioma?
-    Claro, yo también soy un dios, ¿lo recuerdas? Además, hablan en turco y yo estuve una temporada viviendo en Turquía. Allí conocí a los dioses del sueño.
-    ¿Turco? ¿Y por qué ese idioma tan rebuscado? –le pregunto mientras me desenredo el pelo.
-    No sé, supongo que es porque tienen en Turquía el cuartel general. La verdad es que no tengo mucha idea de historia, pero el idioma lo manejo bastante bien.
Animada por la ayuda de Isaac y sabiendo que contaré con la rebeldía de Mariam como elemento a mi favor, bajo por las escaleras tranquilamente. Aún no conozco a los rumanos, así que si voy corriendo les daré una mala impresión. Mejor tener cuidado con los modales.
Antes de entrar al comedor decido pasarme por la cocina para ver si necesitan ayuda para llevar la comida. Aquí están Samuel, Ángeles, Mariam y la gata. Parece que estaban discutiendo, pero cuando he entrado han parado.
-   Ah, Andrea, menos mal –la chica se acerca a mí- ¿A que tú prefieres que hable en español para poder entender a alguien?
Me encuentro entre la espada y la pared, porque parece que Samuel y Ángeles intentaban convencerla para que hablase en el idioma de la mayoría.
-    No sé, haz lo que quieras… -en el último momento, decido echarle una mano por haberme ayudado a entrenar-. Pero la verdad es que me vendría bien poder entender a alguien.
-    Os habéis puesto todos en contra mía, ¿verdad? Ay, señor… -Ángeles se va con cara de víctima.
-    Gracias, gracias de verdad –me dice Mariam cuando la abuela cierra la puerta. Después, se acerca un poco y me murmura al oído- En realidad, en turco solo se saludar y decir palabrotas.
Se vuelve a acercar a los fogones mientras yo me río y Samuel remueve el contenido de una olla con cara de pensar que estamos locas. Por debajo del olor ácido de los limones que hay encima de la mesa, se distingue el salado de una sopa de carne. Hay que ver qué bien se vive en Casa Morfeo.
-    ¿Necesitáis que os ayude?
-    No, por ahora no, pero muchas gracias –me responde Samuel.
-    Bueno, hay una cosa que podrías hacer –dice Mariam-. Creemos que papá está en el bar Castilla, ¿podrías ir a buscarle?     No me fío de mandar a Álex, seguro que acabaría bebiendo con él. Además, está terminando nuestros negocios con la rumana, vamos a intentar que se una a nosotros.
-    Sí, ahora mismo voy.
Salgo de la casa seguida de Isaac, compañía que agradezco. Creo que necesito quejarme un poco, y quejarse sin alguien que te escuche… es de locos.
-    ¿Qué tendrá la rumana para que siempre estén todos pegados a ella?
-    ¿Todos? Que yo sepa, el único que le habla es Álex… Huy, ¡no me digas que te estás poniendo celosa! –empieza a dar vueltas a mi alrededor mientras trato de avanzar por el camino de tierra.
-    ¿Qué envidia ni qué niño muerto? Es que no me gusta la confianza que se toma con los chicos, parece que está en su casa…
-    Pareces Mariam –ríe-. Están intentando reclutar gente, eso es todo. Álex es el que mejor cae a la gente joven, supongo que por eso lo mandan con ella.
-    ¿Otra vez con Álex? No te pongas pesado, solo pienso que es un poco descarada.
-    Anda, deja de opinar sin conocerla, a lo mejor incluso te cae bien. Veo que te la imaginas prepotente, rubia, alta y con los ojos azules. Lo de la prepotencia no lo sé, pero la gente de los países del este no suele ser como tú la imaginas físicamente.
Al final opto por dejar de hablar, en parte porque sé que el chico fantasma tiene razón. Me estoy poniendo nerviosa por nada, además, Álex es mi amigo. Estoy demostrando que soy una envidiosa.
Cuando llegamos al bar, tengo que sacar a Fernando de allí a rastras. Vuelve a estar borracho, así que le paro junto a la fuente de la plaza principal y le echo agua en la cara. Al menos el tener que estar pendiente de él tendrá mi mente distraída un rato.
Le llevo cogido por el brazo todo el camino hasta Casa Morfeo. Varias veces está a punto de caer y arrastrarme a mí también. Cuando llegamos a la casa, casi siento alivio.
Bueno, eso hasta que abro la puerta y me encuentro de narices con la chica rumana y empieza a hablarme en turco. Aunque Isaac traduce sus palabras como una presentación educada, no consigo que me caiga bien. De hecho, le tengo aún más manía por haberme dejado en ridículo. ¿Cómo se supone que voy a contestarle si no sé hablar su idioma?
Stefania, la hija de los rumanos


----------------Nota de Sofía Lima------------------
Hola, gentecilla. Tengo que daros una mala noticia, espero que me perdonéis. Como mi profesor de dibujo está loco, nos ha mandado hacer 40 láminas en lo que queda de trimestre. Por ahora llevo 20, pero queda muy poco tiempo. Estaré una o dos semanas subiendo solo un capítulo a no ser que los demás profesores dejen de mandarnos tantísimos deberes. De verdad que lo siento.
A pesar de todo estaré en tuenti para que podáis quejaros, amenzarme, etc. Espero que lo comprendáis. Intentaré hacer algún capítulo el jueves si no tengo mucha tarea. 
PD: Siento haberme retrasado con este capítulo.

-------------------Nota de Andrea Xie----------
Hola a todos!!!
Qué habeis echo en este puente/ fin de semana?
Yo he hecho un monton de cosas ^^
Sofía dice que va a poner un capitulo por semana hasta que termine unos deberes de plástica pero... yo no quiero. Comentad y opinad si quereis un capitulo por semana o dos.
Espero que os guste el capitulo :)


PD: ¿Conocéis a alguna matemática famosa andaluza?

sábado, 25 de febrero de 2012

Capítulo 17

Toda da vueltas… que mareo… ¿por qué me encuentro tan mal? Me acabo de despertar en mi cuarto, pero no tengo ni idea de cómo he llegado aquí. Estoy muy confusa. He llamado a Isaac, pero parece que no está por aquí y yo no me siento capaz de levantarme. Intento organizar mi mente, pero lo último que recuerdo es que estaba con Mariam discutiendo en el claro del bosque… Ah, me tiré a pegarle. Seguro que caí y me golpeé la cabeza, eso explicaría mi mareo.
      Se abre la puerta de la habitación, pero no puedo ver quién ha sido. Solo por las voces, reconozco que son Alejandro y Samuel.
-    Espero que se despierte antes de la cena, no conviene que la abuela empiece a hacer preguntas… Anda, mira, ¡si ya está despierta! –exclama Samuel.
-    ¡Ja! Gano yo la apuesta, ¡no se había muerto!
-    ¿Con quién has apostado eso? Mira que eres…
-    ¿Qué ha pasado? –interrumpo su conversación.
-    ¿No te acuerdas de nada?
-    No, pero me duele mucho la cabeza. ¿Me he caído?
El hermano de Mariam moja una toalla en una zafa con agua que hay en mi mesita de noche y me la pone en la frente. Aunque no tengo fiebre, el agua fría me alivia un poco el dolor de cabeza.
-    Yo me bajo a la cocina, que mi hermana me va a matar si me retraso. Que te explique Álex, que ha tirado media vajilla y tiene prohibido entrar a la cocina.
-    ¿Me lo vas a estar echando en cara muchos años más?
El otro chico se va sin contestarle. Álex, murmurando algo de que en esa familia ninguno tiene paciencia, coge una silla que hay junto a la ventana. Supongo que la habrán traído ellos, porque antes no había ninguna silla.
-    Menudo pollo hemos montado. Si Mariam me hubiera dejado entrenarte…
-    ¿Me puedes explicar de una vez lo que ha pasado? No paráis de darle vueltas y nunca me explicáis nada.
-    ¿En serio no te acuerdas? Te peleaste con Mariam, ¿hasta ahí llegas?
-    Sí, y después me caí al suelo. Pero ya no recuerdo nada más, solo que aparecí aquí con mucho dolor de cabeza.
-    Pues… No sé cómo decírtelo… Caíste encima de Kira y la aplastaste. Por eso Mariam está de tan mal humor.
-    ¡¡¡Qué dices!!! –doy un salto y me quedo sentada mirando a Álex.
No puedo haberme cargado a la gata. Mariam la apreciaba tanto… No me lo va a perdonar nunca. Y la pobre Kira nunca me ha hecho nada malo, no merecía un final tan triste. Me pongo a llorar con la cara entre las manos.
-    Huy, me he pasado. Andrea, Andrea… -el chico empieza a darme golpecitos en el hombro- Andrea, escúchame, por favor.
Como no le hago caso, porque no tengo ganas de escuchar lo típico de “no fue culpa tuya”, acaba por sentarse a mi lado y pasarme un brazo por los hombros.
-    Oye, Andrea, que era coña… Kira está perfectamente. Solo un poco asustada por lo que pasó, pero viva y sin ningún daño físico.
-    ¡¡He dejado tonta a la gata!!
-    ¡Que no! Para de llorar, que no caíste encima suya. Me lo he inventado para hacerte una broma. Kira está perfectamente.
-    ¿En… en serio? –levanto la cabeza de las rodillas.
-    Que sí, lo único que te “cargaste” entre comillas es el claro.-    ¡No me digas que lo hice arder!
-    Bah, que pesimista eres… ve, lávate la cara y ahora te cuento. ¿Necesitas que te acompañe? –me pregunta al ver que camino con dificultad.
Niego con la cabeza y salgo de mi cuarto. Siento mucha curiosidad por lo que ha ocurrido en el claro, pero también sé que necesito despejarme. El susto con la broma de Kira y el mareo me han dejado un poco… atontada. Tomo nota mental de que tengo que regañarle a Álex por la broma pesada mientras me lavo la cara.
Cuando salgo del baño, como para tranquilizarme, Kira sale del cuarto de Mariam andando tranquilamente con la cola hacia arriba. No parece haber sufrido un aplastamiento.
Ya en mi habitación, me siento en la cama frente a Alejandro, esperando que me cuente lo que ocurrió en el claro.
-    Pues, contestando a tu pregunta de antes, no, no quemaste el claro. Pero sí es verdad que conseguiste utilizar tus poderes… aunque no de forma consciente. La furia te hizo sacar todo tu odio… en forma del ataque más cursi que he visto nunca –se echa a reír si darse cuenta de que no comprendo nada.
Al ver mi cara de extrañeza, se apresura a contener la risa y a explicarme todo con más claridad.
-    Yo no lo llamaría ataque, la verdad. Cubriste todo el suelo de florecillas rosas. Yo lo llamo el ataque cursi, como ya he dicho antes. Aunque no sirva de mucho, es un progreso.
-    Entonces… ¿ya sé usar mis poderes?
-    Más o menos, pero como no lo hiciste conscientemente, tendremos que esperar al próximo entrenamiento para verlo. A mi al principio me salía solo cuando me reía y mira qué bien se me da ahora manejar el tiempo –hace con las manos una imitación de las agujas de un reloj.
-    Nunca te he visto usar tus poderes.
-    Ah, es verdad, no te lo he contado. ¿Recuerdas el día que nos conocimos? Te mareaste en la clase. Yo llegaba tarde y pare un momentito el tiempo del aula. Nada exagerado, solo unos segundos. 
-     ¿También puedes hacer eso? Los chicos me dijeron que podías viajar en el tiempo.
-    Puedo hacer muchas cosas, alguna vez te llevaré conmigo en mis viajes.
-    Oye, cambiando de tema… ¿os ha visto alguien subirme hasta aquí? Espero que no nos pillen por mi culpa…
-    Nos vio la niña de los rumanos, pero no te preocupes. Mariam ha estado “negociando” con ella. Ya tenemos un nuevo miembro para nuestro equipo. Es muy simpática, te llevarás bien con ella y probablemente sea mejor profesora que Mariam.
Dicho esto, se despide y se va con la excusa de tener que ayudar a limpiar la cocina. A mí, me dan el resto del día libre, aunque preferiría tener algo que hacer. Me gustaría poder ocupar mi mente con una tarea, porque con tanto piropo a la chica rumana se ha encendido en mí una chispa de celos. Y no entiendo por qué.

 Andrea llorando la supuesta muerte de Kira

--------------------Nota de Sofía Lima-------------------------
Buenos días, ya estamos otra vez aquí! Ah, que pronto, no han pasado ni 24 horas. Pero os lo prometí, así que he subido tres capítulos en una semana. Ahora tendré que pasarme todo el "finde"... ¡qué bien! xD
No tengo mucho que decir, como ya hablamos ayer... así que me voy, espero que hayáis disfrutado el cap. 17 ^^

-----------------------Nota de Andrea Xie----------------------
Hola a todos!!
Por culpa de Sofía ahora tendré que escribir otra nota.
Bueno, ya sabéis la gran noticia, pero creo que Sofía a exagerado demasiado.
Espero que os guste este capitulo y este dibujo.
Me podeis decir peluches monísimos?
Los tengo que dibujar en un capitulo, solo he dibujado tres y quiero dibujar otros dos pero no se me ocurre nada.
No olvidéis comentar!!!

viernes, 24 de febrero de 2012

Capítulo 16

Otra vez me tengo que duchar a toda velocidad, Isaac no ha conseguido despertarme ni dando voces.  Pobre chico, siempre se deja la garganta intentando que me levante y no le hago ni caso. Tiene que estar hasta las narices de mí.
Me pongo una blusa blanca y una falda rosa con flores del color de la camiseta. Bajo a todo correr seguida del chico fantasma, que me estaba esperando en la puerta del baño. Según me dice, son las nueve menos cinco y todos están acabando de desayunar.
-    ¡Buenos días!
Entro corriendo al comedor y saco la silla de debajo de la mesa. Me siento y…
-    ¡¡AAAAAAH!!
-    ¿Qué pasa? –todos se levantan a la vez para ver lo que ha ocurrido, excepto Álex e Isaac, que miran muertos de risa.
-    ¿Te ha aplastado? Pobrecita mía…
Mariam tiene cogida en brazos a Kira, causante del susto que me he llevado. Se ve que la gata estaba tumbada en la silla y como no miré antes de  sentarme…
-    ¿Qué es todo este follón? –vaya, ya ha vuelto el Codorniz.
-    Nada, que me he sentado encima de la gata. Lo siento, Kira. –me disculpo porque parece que es lo que espera Mariam, aunque mantengo las distancias. Los ojos de los gatos tienen algo que me da miedo.
El resto del desayuno transcurre en paz, ni siquiera Fernando, que hoy no está borracho, molesta demasiado. No sé si preguntarle dónde ha estado estos días, por si su familia le ha tenido hipnotizado, pero él mismo resuelve mis dudas.
-    Ay, hijos míos, qué bien me ha sentado el viaje. ¡Qué buenos sois! Enviarme de crucero os debe haber costado un dineral.
Su hija le sonríe y su hijo le dice que no ha sido nada. Después de eso, los dos se levantan y llevan sus tazones a la cocina. Alejandro y yo no tardamos en seguirles. Aunque no he acabado, el chico me mete prisa y me lleva a rastras a la cocina.
-    Andrea, hoy tendrás el honor de empezar con tu entrenamiento –dice Alejandro con voz de político-. A mi derecha tienes a la señorita Mariam González, la que será tu profesora de “magia”. A mi izquierda, el señor Samuel González, tu profesor de idiomas. En el centro, el “pagafantas” que se queda limpiando y atendiendo a los rumanos –pone cara de terror.
-    ¿QUÉ? Mariam, tú me dijiste que íbamos a limpiar la casa…
-    Es que la abuela acababa de entrar al baño, y como está tan cerca de tu cuarto no me fiaba de decir lo del entrenamiento. Venga, vamos, que no tenemos todo el día –se dirige a la puerta. Parece que la simpatía de anoche se ha desvanecido.
-    Pero… no podemos dejar a Álex solo.
-    No estará solo a no ser que quieras aprender idiomas mientras entrenas. Samuel estará con él.
Como veo que no podré librarme y voy a tener que tragarme el miedo (me he puesto muy nerviosa), sigo a Mariam hasta el exterior de la casa. Menos mal que es primavera, si no a estas horas nos congelaríamos en la calle.
La chica me guía a través de las choperas hasta el río, que seguimos en paralelo hasta llegar a un puente. Yo ya estoy empezando a cansarme, pero Mariam parece estar igual que cuando salimos de la casa. Se ve que está acostumbrada a caminar por estos terrenos tan irregulares.
Cruzamos un puente y creo que ya nos estamos internando en  territorios del pueblo vecino cuando llegamos a un claro cubierto de hierbajos verdes. Aquí nos detenemos.
-    Vale, creo que ya estamos lo suficientemente lejos de la casa. Ponte en frente de mí –sigo sus indicaciones-. Bien, así. No tiene mucha complicación, pero las primeras veces cuesta. Yo lo hago de otra forma, pero los de cada grupo lo hace de una forma. Los de la tierra del sur clavaban los pies en el suelo, hazlo.
Aprieto los pies contra el suelo hasta que no puedo más. Como siga así, echaré raíces.
-    Vale, ahora imagínate que frente a ti crece un árbol. Piénsalo. Deséalo con todas tus fuerzas.
Lo intento con los ojos cerrados, con los ojos abiertos, apretando las manos hasta hacerme daño, imaginando que me convierto en árbol, pero no consigo nada.
-    Mariam, no hay manera. ¿Estás segura de que se hace así?
-    Supongo… yo imagino que duermo, Álex un reloj, los del viento un tifón… Quizás deberías imaginar una semilla. Yo que sé, tendríamos que habernos documentado más, pero ¿cómo?
-    Tranquila, lo voy a intentar otra vez.
Vuelvo a intentarlo, más que nada por no defraudar a Mariam, pero obtengo los mismos resultados que antes. Quizás al fin y al cabo no he heredado los poderes de mi madre. Se lo digo a mi profesora.
-    Eso es imposible, se transmite a todos los hijos, aunque al final siempre uno acaba más dotado que otro… pero ninguno queda sin poder. Todo esto es culpa de tu madre, que renegaba de los poderes de los dioses. Decía que era mejor dejar que la naturaleza siguiese su curso, pero si ya hay desastres estando nosotros, dime tú si no existiéramos. Si no hubiese renegado y te hubiese explicado cómo se hace desde chiquita, ahora no estaríamos aquí paradas haciendo el tonto. Vieja loca…
Los insultos de Mariam me llegan muy hondo. No me enfado fácilmente, pero que alguien se meta con mi familia, después de lo que están sufriendo, no lo puedo soportar.
-    ¡No vuelvas a meterte con mi madre!
-    ¿Y qué vas a hacer para remediarlo? ¿Pegarme?
Y, sin pensarlo mucho, me tiro encima de la chica, que me esquiva con facilidad cayendo yo al suelo. En este momento, desearía saber utilizar mis poderes y que creciese un árbol debajo de sus…
De pronto, todo se queda negro.
---- EN EL CLARO, MIENTRAS TANTO----
Una chica tumbada en el suelo, claramente inconsciente. Otra, que la mira con estupor junto a una gata. Y bajo ellas tres, un suelo cubierto de flores.
La chica que está despierta, murmura “ha funcionado, que lista soy”.



 Andrea, desmayada en el campo de flores


-----------Nota de Andrea Xie-------------------
Hola a todos!!
       
 Que cansancio... 

Sabéis una cosa? 

NO DIMITO, intentaré hacer los dibujos el lunes y el 

martes.

Ahora no os pongáis tristes.

Espero que os guste este capítulo y el dibujo, las flores 

están fatal.

Ah!, y no olvidéis comentar. Gracias por el apoyo que 

siempre me dais.

         ---------Nota de Sofía Lima------------------
      Buenas, familia! Ya estamos aquí otra vez. 
Gracias a vuestra colaboración hemos conseguido que Andrea no dimita, así que mañana subiré el capítulo 17, tal y como prometí. Sin vosotros seguro que no habría podido convencerla, os merecéis un monumento xD
      No me voy a enrollar más, solo os digo lo típico de que comentéis y paséis la historia a vuestros amigos.
Muchas gracias otra vez. Que paséis un buen fin de semana :)

martes, 21 de febrero de 2012

Capítulo 15

-    ¿Álex? ¿Dónde te has metido?
Me giro buscando al chico, estoy segura de que no se ha ido con los gemelos. Ya creo que me he equivocado cuando cae de entre las ramas del sauce.
-    ¡Ay! –grito apartándome. Ha caído a muy poca distancia y por poco me aplasta.
-    Perdona, es que justo cuando he saltado te has movido…
-    Pero… ¿Qué hacías ahí arriba?
-    Esquivando fantasmas del pasado –me contesta repentinamente serio.
Sus palabras me asustan, pues en lo primero que pienso es en que ha visto a Isaac, pero parece que no es así. El fantasma está sentado mirándole en un banco, pero Álex tiene la vista fija un Seat 600 que se aleja lentamente.
-    ¿Qué pa…?
Isaac me interrumpe:
-    Andrea, déjalo. Creo que no se encuentra muy bien.
El chico fantasma tiene razón, Alex no parece sentirse del todo bien. Quizás sería mejor preguntarle qué le pasa, pero tengo la sospecha de que no me va a contestar.
-    ¿Quiénes son? –hago la pregunta sin referirme al motivo de su tristeza, sino por la simple curiosidad de saber quienes son los dueños del coche.
-    Los dioses del cielo, sevillanos.
-    Anda, suena a gente poderosa. –intento animar la conversación un poco, aunque Isaac no deja de insistir en que nos vayamos.
-    Lo son.
En vistas de que no me va a dar respuestas largas y no parece estar escuchándome del todo, hago caso a Isaac y me dirijo a la casa, no sin antes darle las buenas noches a Alejandro.

-    Pobre… se le veía tan triste… -le digo al chico fantasma cuando llegamos a nuestra habitación.
-    Se hace raro que no esté riendo, ¿verdad? Supongo que esa gente le trae malos recuerdos.
-    ¿Tú sabes algo?
-    Pues la verdad es que no, pero no creo que haya muchas cosas que pongan tan triste al chico de la sonrisa permanente. Oye… ¿a qué viene tanta preocupación? –me mira con una media sonrisa y se acerca flotando. Hace como si me diese golpecitos con un dedo.
-    Oye, ¿qué estás pensando? ¡Deja de imaginar cosas raras!
-    Es que, teniendo en cuenta esto y lo de la visita nocturna…
-    ¡Ah! ¡Sabía que estarías espiando!
Así pasamos un rato discutiendo. Siempre había querido tener discusiones con mis amistades, pero como nunca tuve ninguna… de todas formas, nunca habría imaginado que mi mejor amigo llegaría a ser un chico. Quizás debería haberme hecho amiga de Mariam, pero como ya dijo Álex, es muy cerrada.
De pronto, llaman a la puerta y los dos nos callamos. A la gente de esta casa le encanta hacerme visitas nocturnas. Abro la puerta y al otro lado me encuentro a Mariam.
-    Hola…
-    ¿Qué hacías hablando sola? Creía que te estaban secuestrando o algo con tanto grito… -huy, olvidé hablar mentalmente.
-    Lo siento, es que no podía dormir… No quería molestarte.
-    No, si molestar no molestas. Estaba muy aburrida, yo tampoco podía dormir –se sienta en el suelo después de cerrar la puerta, gesto que me recuerda a Alejandro.- ¿Sabes jugar a las cartas? –se saca una baraja del bolsillo del pantalón.
Estoy un poco extrañada por la situación, pero me siento a su lado y le digo que no. Así, sin más, se pone a explicarme cómo se juega a la mona.
Hace un rato pensaba que Mariam era muy cerrada y ahora la tengo sentada en mi cuarto, jugando conmigo y riendo a mandíbula batiente. A esta chica no hay quien la entienda, pero es bueno romper las hostilidades. Incluso llego a pasármelo bien y gano una partida, aunque hay que reconocer que Isaac me ayuda.
-    ¿En serio no sabías jugar? Lo haces muy bien para ser tu primera vez.
-    Supongo que solo es suerte… Por cierto, ahora que hemos acabado con la fiesta, ¿me enseñaréis a usar mis poderes?
-    Lo he hablado con mi hermano, pero no nos ponemos de acuerdo en quién será tu profesor. Además, tenemos que volver a la escuela y eso solo nos deja las tardes y los fines de semana.
-    A mi no me importa quién me enseñe.
-    Es que de Álex no nos fiamos, seguro que te enseñaría a hacer bromas con tus poderes y no a defenderte con ellos. Samuel es demasiado tímido y yo me pongo nerviosa fácilmente. Con Ángeles no podemos contar y a los rumanos no los entiendes. Ese es otro problema, hay que enseñarte el idioma…
-    Preferiría empezar con lo de los poderes… -no es que no me interesen los idiomas, pero algo que lleva oculto dentro de mí casi dieciséis años tiene más importancia.
-    Sí, empezaremos por ahí. Como no te vamos a dejar sola, lo del idioma no será tan necesario cuando nos vayamos.
-    ¿Irnos?
-    Claro, aquí quietos en España no podemos hacer nada. Hay que ir a buscar al enemigo. Ya hablaremos el próximo día. Mañana a las ocho te quiero limpiando la cocina.
Dicho esto, se levanta y se va dejando sus últimas palabras en el aire. 
Luz, "el nuevo fichaje"
(Me salió muy borrosa, perdón)

---------------Nota de Sofía Lima--------------
Buenas, gentecilla! Vale, empiezo a calentar el ambiente desde el primer momento, esto es una situación crítica. 
El caso es que Andrea Xie, nuestra dibujante, quiere dimitir. Pero ¿qué sería esto sin sus dibujos?
Así que os pido un poco de ayuda. Los que la tengáis agregada hacedle la pelota un poco; los que no, haced un evento o algo.
Os doy las gracias por adelantado.
Nada más, que comentéis y todo ese rollo.
Pasad una buena semana :)

-------------------Nota de Andrea Xie--------------
Hola a todos!!!
Hoy me han pinchado y no he llorado, que bien!! 
Estoy pensando en dimitir, pero Sofía no me dija.
Me podríais ayudar?
Espero que os guste este capitulo y el dibujo.
Ah y no olvidéis comentar. Adiós!!!

viernes, 17 de febrero de 2012

Capítulo 14

Las grandes mesas instaladas en el comedor, el recibidor y el salón ya están llenas de platos. Las bebidas están colocadas en bidones llenos de hielo. Todo parece sacado de una fiesta de la nobleza, que diferencia con las humildes cenas de navidad organizadas en la casa de mi abuela.
Ángeles me ha mandado a buscar a Mariam, que es la única que aún no ha aparecido. Estoy subiendo las escaleras, aliviada por el espacio que hay arriba. Todos los invitados están en la planta baja, así que aquí es el único sitio en el que se respira un poco de paz.
Me acerco al cuarto de Mariam, que tiene la puerta entreabierta. No acostumbro a espiar a la gente, pero se la oye cantar desde fuera y decido echar una ojeada por la rendija de la puerta.
El cuarto de Mariam parece algo más grande que el mío. Da a uno de los laterales de la casa y tiene dos ventanas. Desde donde yo estoy no se ve la cama, pero si el tocador. La chica está en frente y da vueltas sobre sí misma haciendo girar el vestido… espera… ¿Mariam con un vestido? Y además se la ve contenta.
Esta escena nunca se borrará de mi mente, creo. Llamo a la puerta y la chica cesa de cantar. Me parece que la he asustado, supongo que no quería que nadie la viese en esa situación.
-    ¡¡Ya voy!! Qué pesados…
Sale de la habitación y se señala su vestido azul y blanco.
-  Terrible, ¿verdad? Parezco una princesita, pero mi abuela me ha prohibido que me ponga otra cosa ¡Ha escondido toda mi ropa! Y dice que si me quejo mucho, me presentará a los chicos de la fiesta. Cualquier día le pegaré y no me arrepentiré –sospecho que la amenaza es cierta, así que quizás Mariam estaba disimulando por si su abuela estaba rondando por allí.
- Bah, si estás muy guapa… -digo intentando ser educada
- No lo intentes, Andrea, solo conseguirás avergonzarme más. Todo el mundo me verá con estas pintas…
Vamos bajando las escaleras cuando nos cruzamos con Alejandro, que lleva un vaso de zumo en su mano izquierda.
-    Que lentas sois, Ángeles ya se estaba poniendo nerv… ¡¡¡Mariam!!! ¡Qué femenina se te ve hoy! –se echa a reír. Hay que ver que fácilmente ríe este chico.
-    Alejandro, por lo que más quieras, déjame unos pantalones… o te saco los ojos por reírte de mí.
-    Si no te los doy me sacas los ojos tú, y si te los doy me los saca Ángeles, ya nos ha advertido a tu hermano y a mí. Mira Andrea como no se queja, tendrías que aprender de ella.
Mariam gruñe y baja por las escaleras a toda velocidad. Parece muy enojada, no le ha gustado la comparación.
-    Es divertido chincharle –dice Álex-. Anda, vamos para abajo.
Bajo las escaleras junto al chico, al final me he acostumbrado a su compañía y no me molesta su continuo parloteo. Abajo está Samuel hablando con su hermana e Isaac mirándoles como si formase parte de la conversación. Al vernos todos nos saludan excepto Mariam, que aun está resentida con Alejandro.
-    Ya tenemos un nuevo fichaje –nos dice Samuel cuando llegamos a su lado. Señala con un gesto a una chica que viene cargada de zumos. Tendrá más o menos trece años.
-    Ah, esta es la niña de los dioses del viento, ¿no? La hija de Jean…
-    Sí, se  llama Luz. Se llevaron a su tía.
-    ¡Hola! –nos saluda y nos da un vaso de zumo a cada uno- Yo soy Luz, los chicos me han pedido que os ayude con vuestro plan. ¿Tú eres Álex? Ángeles me ha dicho que te diga que la gente dice –huy, que líos se monta la niña- que la música se ha parado.
Álex sale disparado hacia el comedor para intentar arreglar la música. Nosotros seguimos con nuestra conversación, pues la niña no para de hacer preguntas. Al final decidimos salir al jardín para no correr riesgos de que alguien nos escuche. Mariam manda a Kira con una nota para que avise a Álex. Puede que no me gusten los gatos, pero esta parece ser muy inteligente.
Una vez en el jardín nos acomodamos en los bancos de piedra que hay bajo un sauce. El árbol, el canto de los grillos y la luna llena le dan un toque mágico al ambiente. La verdad, todo lo que rodea a esta casa por las noches tiene aire misterioso.
Samuel toma las riendas de la conversación contestando a las preguntas de la pequeña Luz, a la que parece que su familia no le ha dado tantos detalles como a nosotros. Alejandro no tarda mucho en aparecer, quejándose de que los aparatos del futuro son muy delicados.
Antes de que me de tiempo de hacer la pregunta, Isaac me contesta:
-    Álex, como dios del tiempo, puede hacer pequeños viajes entre épocas. La lavadora y la mesa de mezclas son recuerdos de algunos de sus viajes.
La noche transcurre tranquila, hacemos algunos planes para encontrarnos con Luz (que estará alojada en un hotel del pueblo vecino durante una temporada) y después simplemente discutimos sobre temas sin importancia.
Cuando dan las doce y tocan las campanas de la iglesia la gente empieza a abandonar la casa. Parece como si la media noche los llamase a todos, que van cogiendo sus coches y marchándose. Se ve que esta gente tiene un gran poder económico, hay poca gente que tenga coches.
Los padres de Luz también salen de la casa y llaman a su hija a voces. La chiquilla se despide de nosotros y se va corriendo.
-    Hay que ver, con todo el tiempo que hemos pasado organizando la fiesta y qué poco ha durado.
-    Creo que los rumanos se quedan a dormir un par de días, si tienes eso en cuenta la fiesta dura mucho más –contesta Samuel a su hermana.
-    ¿Vamos a tener que estar pendientes de los rumanos? A Andrea le va a dar un ataque –dice Álex
  ¿Yo? ¿Por qué?
-    No te enterarás de nada de lo que hablamos.
-    Yo no pienso adaptarme a su idioma, seguiré hablando en español y si no me entienden que se fastidien. Buenas noches. –dicho esto, Mariam se va muy digna seguida de Kira.
-    Yo también me voy, creo que me tocará limpiar la cocina y me tendré que levantar temprano.
Al final se van todos y nos quedamos solos Alejandro y yo… bueno, eso era hace un segundo. Ahora no se ve al chico por ninguna parte.  


Mariam y Samuel con sus trajes de fiesta

-----------------------Nota de Sofía Lima---------------------------
Buenas tardes! Al fin es viernes, esta semana se me ha hecho muy larga. Qué bien vendría ahora un buen puente... Pero no, hay que conformarse con ir al instituto todos los días.
Hoy nos han comunicado nos van a vacunar, pero no recuerdo cómo iba eso... ¿duele? Yo estoy cagada xD
No os cuento más rollos, solo os repito lo típico de que comentéis y que espero que os guste. Pasad un buen fin de semana

----------------Nota de Andrea Xie--------------------------
Hola a todos!!!
Un día agotador para mi.
Y por favor no me digais que soy mala ya le he dicho a Sofía quien me gusta.
Bueno hoy vamos a colgar el capitulo 14 y dos dibujos, Samuel lo hizo Sofía.
Espero que os guste y no olvideis comentar.
Ah, se me olvidaba, que disfruteis en fin de semana.