Samuel no nos deja tiempo para preguntar qué es lo que
sabe dónde está. Agarra a su hermana por un brazo y sale corriendo hacia el
interior de la casa mientras grita que le sigamos. Es extraño ver cómo el chico
calmado de siempre ha perdido así los nervios. Tiene que haber ocurrido algo
verdaderamente importante.
Corremos todos juntos hasta llegar a la biblioteca,
donde está Stefania rodeada de enciclopedias en castellano, turco y rumano y
lanzando bolas de papel hacia atrás. Está muy concentrada, tanto que no se fija
en nosotros aunque estamos montando un buen jaleo.
- ¡Stefania! ¡Eh, Stefania! No me
ignores… ¿Dónde has puesto el libro de historia de la literatura?
- No recordar. Hay muchos aquí,
creo que lo dejar encima del sofá.
Samuel empieza a revolver los libros que hay tirados por
encima del sofá, sin contestar a nuestras preguntas. A estas alturas ya he
deducido que han descubierto algo sobre la misteriosa autora de la novela de
ayer, pero, ¿qué han descubierto tan importante?
- ¡Aquí está! Mierda, se ha
manchado de café… Bueno, da igual –el dios del sueño se acerca a nosotros y nos
enseña una página del libro.
El volumen no debe tener muchos años, está en buen
estado y las páginas se ven limpias (sin contar la mancha de café, que es
bastante reciente). En el centro de la que nos enseña Samuel, rodeada de
letras, hay una fotografía de una muchacha de unos veinticinco años años.
Aunque la foto no tiene color, se nota que su pelo y sus ojos son de un color
oscuro, al igual que su ropa. Lleva pantalones, cosa que me recuerda a Mariam y
me sigue resultando extraña en una chica. Lleva el pelo algo más corto que esta
y parece muy feliz. Entre sus manos sujeta un libro: Guerra contra la vecina
pesada.
- Esta, chicos, es nuestra querida
autora actualmente –nos explica Samuel-. Esta foto es de hace poco, de cuando le
publicaron su primer libro. Aquí no hay mucha información, pero hay un par de datos interesantes –hace una
pausa.
- ¡Deja ya de hacerte el
misterioso! –le reprende Álex
- Vale, vale, tranquilo… Lo
primero es que si le publicaron el primer libro con dieciocho años y el último
que conocemos en 2005, con 70, es que por esa fecha no le quedará mucho tiempo
de vida –todos lo miramos asustados. No sabemos donde localizarla en otra
época, y no seria muy correcto preguntar cosas sobre antiguas guerras a una
moribunda-. Pero, hemos encontrado la forma perfecta de ir sin que la abuela se
entere.
- Por intentarlo… -dice Isaac, que
parece más motivado que nunca.
- Ella vivirá en el un pueblo
cercano al nuestro. Poder ir con excusa de revisar las obras de Casa Morfeo –explica
la rumana.
- Pero… ¿en el libro pone su
dirección completa? –pregunto yo, extrañada.
Stefania y Samuel se miran con cara de susto. Parece que
no se habían dado cuenta de este “pequeño” detalle. Sin decir nada, se ponen
los dos juntos a mirar el libro del futuro de arriba abajo, pero no tardan en
levantar las miradas y negar con la cabeza. Estamos de nuevo en un punto
muerto.
-Si es un pueblo pequeño, a lo mejor aún podéis hacer algo
–interviene Martina-. En los pueblos pequeños todo el mundo se conoce, podríais
preguntar.
- La gente del futuro es muy cerrada, parece que lo has
olvidado –le responde su hermano-. No querrán decirnos nada para que no
molestemos a la “estrella”.
- Oh, vamos, ¿qué perdemos por intentarlo? –dice Luz,
ilusionada.
-Al menos deberíamos acabar con los entrenamientos de
Andrea… O no –comenta Mariam para sí misma-. No, no acabaremos. Iremos mañana
mismo.
El plan de la chica me asusta, yo no quiero ir a
enfrentarme con nadie sin manejar mi poder. Al ver que me estoy poniendo blanca
y que el resto empiezan a quejarse, la chica nos pide que la dejemos hablar.
- Eh, que no he terminado.
Recordad que no vamos a pelear, sino a hablar con una vieja. No necesitará para
eso ningún poder especial. Queráis o no queráis, vamos a ir mañana. A Álex no
le importa llevarnos, ¿verdad?
No me hace falta mirar al chico para saber qué va a
contestar. Él también tiene sed de venganza e intentará contribuir todo lo que
pueda. Si pretendo que alguien apoye la
idea de que debo entrenar más antes de meterme en líos, no puedo esperar que sea
él. No después de ver lo que le ha ocurrido a su hermana.
---------------Nota de Sofía----------
Disculpad que tanto la nota como el capítulo sean tan cortos, últimamente mi talento literario no me habla *-*
No hay comentarios:
Publicar un comentario