jueves, 5 de abril de 2012

Capítulo 30

Paso toda la tarde en la cama sin hacer nada. Intenté echar una cabezada, pero no lo conseguí. Isaac ha estado intentando hablar conmigo, pero no tengo ganas de nada. Las noticias que nos trajo Martina han sido un duro golpe que aún no he encajado.
Mariam vino a media tarde a regañarme por no estar abajo ayudando con el jardín (al final volvió a trabajar), pero me puse borde y le dije que me dejase en paz. Para que Mariam me haya obedecido, tengo que dar mucho miedo. Incluso el chico fantasma se asustó un poco.
Ahora, vuelve a hablarme:
-     Andrea, ¿piensas esperar ahí hasta que se acabe el mundo? Aquí no eres la única que tiene traumas. A mí llevaban años sin hacerme caso y de pronto aparecéis tres que me tratáis como si fuese completamente normal ¿y estoy tumbado sin hacer nada? No, intento consolarte, pero no me haces ni puñetero caso…
-     Ay, Isaac, cállate. Además, ¿por qué es un trauma que te vean? –pregunto con desgana- Debería de ser mejor…
-     Pues porque no es normal que Alejandro y tú me veáis. Se supone que los vivos no podéis ver a los fantasmas, pero hay ciertas leyendas que dicen que los que están a punto de morir también nos ven –me siento de un salto-. A mí, a fin de cuentas, Álex me da igual porque he hablado hoy por primera vez con él, pero tú… -se corta en mitad de la frase-. Da igual, déjalo.
-     ¿Pasa algo? –tiene un gesto algo melancólico, me preocupa.
En ese momento llaman a la puerta con unos golpes flojos y rápidos. Isaac parece aliviado de no tener que seguir hablando. Voy a decir “adelante” cuando recuerdo que después de que viniese Mariam cerré la puerta con el pestillo. Me acerco a abrir.
-     Hey –saluda Álex al otro lado de la puerta. Entra sin pedir permiso y se sienta en el escritorio ¿A qué me recordará esto?- Hola, chico brillante. No te ofendas, pero no me acuerdo de tu nombre.
-     Isaac. Hola a ti también –el chico fantasma contesta secamente.
En la habitación se forma un silencio incómodo, en el que todos evitamos mirarnos. Parecemos asesinos arrepentidos de un crimen. Al final, viendo que nadie va a lanzar la primera palabra, me decido a hacerlo yo:
-     ¿Querías algo, Álex?
-     Sí, venía a ver si me queréis comprar una Biblia –ríe. Eso es una buena señal, ya se ha recuperado del ataque Hirsizlar-. En realidad no sé lo que hago aquí. Martina se durmió y se me ocurrió venir aquí.
-     Anda, ¿pero los fantasmas duermen?
-     Algo por el estilo –entra en la conversación Isaac-. Podemos aguantar bastante más tiempo despiertos que los vivos, pero de vez en cuando necesitamos recuperar fuerzas. Y no podemos controlar cuándo dormimos, de golpe se vuelve todo negro y despiertas unas horas después. Es un verdadero coñazo.
-     ¿Y tú quien eres? –pregunta de repente Álex.
-     ¿Has perdido la memoria? Si te lo he dicho hace nada. Soy Isaac.
Miro preocupada a Álex, pensando que la pelea ha podido dejarle secuelas mentales, cuando este se echa a reír. El chico fantasma y yo nos miramos extrañados ¿A parte de perder la memoria se habrá vuelto loco? Sigue riendo como si no hubiese mañana un rato más, no sé cómo no le duele la cara. Ya estoy pensando en llamar a Mariam cuando se calma un poco y vuelve a hablar:
-     No, no he perdido la memoria. Me refiero a quién eres… de por qué estabas en Casa Morfeo, si tienes alguna relación con la familia.
-     Más o menos. Yo era amigo de Ángeles.
-     ¿Amigo? Pues eras bastante más joven que ella. No creo que pasaras de los veinte años cuando… ya sabes.
-     Justo veinte, acertaste. Ángeles es diez años mayor que yo.
Los chicos siguen comentando cosas sobre cómo era la abuela de joven que no me interesan mucho. Me ha impactado más descubrir la cantidad de años que me saca Isaac. Si yo tengo dieciséis, el murió con veinte y lleva otros veinte muerto… -hago la cuenta con los dedos, las matemáticas no son mi fuerte- ¡me saca veinticuatro años! Así que él ya estaba muerto cuando yo nací. Por más apariencia juvenil que tenga, se me hace extraño haber compartido tantas cosas con alguien tan mayor. Cuarenta años. Cuarenta años. Cuarenta. Cuarenta… Este pensamiento abruma mi mente cuando Álex empieza a pasarme una mano por delante de los ojos.
-     ¿Te has muerto tú también? Pues no brillas nada, eso es por haber dejado el mundo sin acabar de fregar los platos.
Río ante su ocurrencia, pero después imagino la regañina que nos va a caer por no terminar de fregar y les digo que voy a bajar a la cocina.
-     ¿Eso no lo habrá hecho ya Luz? –me pregunta Isaac
-     ¿Luz? Seguro que se le ha olvidado. Es una chiquilla con mucha energía, habrá salido al jardín con los demás. Vamos, que te ayudo.
Me empuja hacia la puerta y bajamos las escaleras. Tal y como había dicho el chico, los platos sin fregar siguen amontonados junto a la pileta. Los restos de grasa se han pegado, va a ser difícil sacarlos. Le doy a la bomba con una mano mientras pongo un plato debajo del agua con la otra. Eso antes lo hacía Luz, era mucho más cómodo.
-     Anda, dame, torpe. Que brazos más flojuchos, si sacas tan poca agua  no terminarás de limpiar nunca.
Me quita en mango de la bomba y empieza a dar él. Así es mucho más cómodo, aunque a veces se pasa con la fuerza y el aparato chirría de una forma bastante desagradable. Esto me recuerda a cuando yo era pequeñita y fregaba los platos, con mi hermano haciendo el mismo trabajo de Álex. Está mal visto que los chicos ayuden en las tareas domésticas, pero a mis padres no les importaba. Decían que, mientras la casa estuviese limpia, daba igual quién lo hiciese.
-     Al final esto va a ser más útil que uno de esos entrenamientos raros que nos pone Mariam de dar puñetazos a cosas. Me voy a acabar convirtiendo en un forzudo de tanto darle a esta cosa oxidada.
-     ¿Quieres que te sustituya? A ver si te va a dar un tirón…
Pensaba que diría que no, que él estaba bien y tal, en plan caballeroso, pero me cambia el puesto encantado. Isaac se ríe de mí de tal forma que el otro chico no puede oírle. Se acerca y me dice:
-     Tiene poca madera de caballero, ¿eh? Aunque queda muy romántico que te ayude en las tareas…
-     ¡¡Isaac!! –su comentario me enfada y empiezo a tirarle espuma. Aunque sabe que no le dará, él se molesta en esquivarla haciendo piruetas en el aire.
-     ¿Qué os ha dado? –pregunta Alejandro.
No le contestamos y, con una sonrisa maliciosa que yo no veo hasta que es demasiado tarde, me lanza un pegote de espuma a la cabeza.
Al final, acabamos los tres enzarzados en una guerra de espuma en la que Isaac participa como puede. Lanza pequeñas burbujas a soplidos, que siempre nos acaban explotando en la cara.
Quizás lavar los platos no sea tan aburrido como decía la pequeña Luz. Cuando haces cosas con buenos amigos, siempre acaban siendo divertidas. De echo, este momento en la cocina, es uno de los mejores que he vivido últimamente.

------Nota de Sofía---------
Que rápido se pasan las vacaciones, los botellones de capítulos y todo lo bueno. Mañana subiré el último capítulo de la semana y con eso volveremos a las rutina de martes y viernes. Comprended que no tengo tiempo para escribir tanto durante la semana u.u
No se me ocurre ningún dibujo para poner en este capítulo, mi mente solo sirve para inventar historias, lo siento.
Nada más, disfrutad de lo que queda de vacaciones ^^

5 comentarios:

  1. Ha sido genial *__* Cómo me reí con el comentario de Isaac sobre Álex, lo de que tiene poca madera jajajaja Me encanta. Jope, ya se acaba T________T ¿Podía ser ya verano, no crees? Es que si no...jajaja
    ¡Un besito!

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    1. Te gustó? xD Me encanta Isaac, es como supiese lo que el diría en cada momento.
      Huy, escribir todos los días es un poco agobiante, sobre todo si no tienes inspiración.
      ¿Pero qué te voy a decir a ti? xD

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  2. Bueno,hace ya mucho tiempo que no comentaba jaja
    La historia sigue siendo genial,y que ahora Álex también vea a Isaac y apareciera Martina,fue genial,aunque me dio pena que la torturaran y que el padre de Andrea muera,¿Cuantos capítulos quedan de la historia? aun bastantes espero jaja Por cierto,los dibujos tanto echos por Andrea como por SofÍa están geniales, dibujáis muy bien, disfrutar de lo que queda de vacaciones,y seguir así,un beso. :)

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    1. Entre Álex e Isaac va a haber peleillas de todo tipo, me encanta la pareja que hacen xD
      Ya se echaban de menos tus comentarios, no nos abandones tanto tiempo ^^
      Me alegro de que te guste, y tranquila, hay historia para rato.

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    2. Jajajja estoy deseando leer eso jaja
      No lo haré jaja :))
      Menos mal,porque estoy enganchadisima :D

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