sábado, 14 de abril de 2012

Capítulo 32


-     Andrea, Andrea, Andrea, Andrea… -oigo a mi lado decir a Mariam como si fuese un disco rayado. Tengo mucho sueño y no le hago caso.
-     Déjala, está muy cansada, ayer nos acostamos muy tarde –le dice Luz
-     Sí, tú lo has dicho, NOS. Y míranos a nosotras, que energía tenemos. Tú, Isaac, si estás ahí, dile algo.
Isaac empieza a insistir también en que debo levantarme, así que me doy por vencida y me levanto. Al abrir los ojos me encuentro a Mariam haciendo flexiones y a Luz abriendo las ventanas, mientras que Isaac parece igual de cansado que yo.
Aún no entra mucha luz por la ventana, y eso que ya amanece temprano. Deben ser las seis o las seis y media de la mañana, no me explico cómo pueden tener tanta energía.
-     ¡¡Venga, no te quedes ahí parada!! Dúchate, cámbiate el vestido y vamos a desayunar.
-     Ay, Mariam, no chilles, que me duele la cabeza.
Me levanto, cojo mi otro vestido, que ayer lavó la madre de Luz, y voy al cuarto de baño. Tengo una pinta horrible. El pelo completamente revuelto, mi ropa tiene una mancha de salsa y la parte de debajo de mis ojos es de un azul enfermizo.
Abro el grifo y lo pongo en agua caliente para despejarme un poco. Para llevar tanto tiempo abandonada, Casa Cronos tiene un sistema de aguas bastante bueno. En mi casa, si querías ducharte con agua del grifo, tenía que ser fría. En invierno calentábamos cubos de agua. No podíamos permitirnos nada mejor.
Cuando termino con mi ducha caliente ya tengo mejor cara. Las ojeras no han desaparecido del todo, pero ya no tengo pinta de estar muriéndome.
Estrujo mi pelo hasta que queda más o menos seco y lo recojo en una coleta. Ahora, con el pelo ordenado y un vestido limpio, puedo ir por la vida sin que me den limosna.
Salgo del baño y bajo al comedor, tal y como me ordenó Mariam. Allí están todos excepto Samuel y Stefania. Álex, con su típica energía, charla con Isaac y Martina sobre el color de los ojos de Kira, que les mira como si les entendiese.
-     Os lo digo yo, que soy la dueña, son azules verdosos –interviene Mariam.
-     Que no, que son completamente verdes. Martina me apoya, ¿verdad, hermanita?
-     ¿Yo? ¡No te aproveches de que no me oye, Álex! Los ojos de Kira son marrones verdosos.
-     ¿Ves normal que lleven un cuarto de hora peleándose por el color de los ojos de la gata? –me pregunta Luz mientras me ofrece una tostada con mantequilla.
Yo me río, pero no contesto. Mordisqueo la tostada nerviosamente mientras recuerdo la otra vez que intentaron entrenarme. Acabé peleándome con Mariam, desmayada y llenando antinaturalmente de flores un campo. Qué ataque tan terrorífico, ji ji.
Luz, viendo que nadie le hace caso y que la pelea por los ojos de la gata es cada vez más agresiva (Mariam le ha tirado un trozo de pan a Álex), interrumpe la conversación.
-     ¿Qué pasa con Samuel y Stefania? ¿No van a ayudarnos a entrenar a Andrea?
-     Se acostaron a las cuatro de la mañana, mi hermano dejó una nota. Es mejor que duerman un poco más y después nos cuenten si descubrieron algo. Les mataremos a base de preguntas –sonríe.
-     ¿Y cómo pensáis entrenarla esta vez? –pregunta Isaac a Álex- Me preocupa que acabe otra vez desmayándose. Además, el truco de provocarla no volverá a servir.
Álex hace un breve resumen de lo que ha dicho el chico fantasma, Mariam se queda pensativa.
-     Pues voy a intentar llevarla a un lugar en el que están cortando árboles. Quizás eso la provoque y regenere unos cuantos.
Todos asienten como si les pareciese sorprendente que ese plan se le haya ocurrido a Mariam. Es una idea bastante buena, pero a mí no me gusta ver cómo talan los árboles, me resulta muy triste. Aun así, nunca he lanzado rayos por los ojos cuando han talado alguna de las choperas del pueblo.
-     ¿No será algo demasiado brusco? Ya sabéis que es muy sensible, a ver si va a explotar otra vez y va a convertir a los tipos de la madera en cactus –Álex repite las palabras del chico fantasma.
-     No hace falta que te pongas en plan novio protector, Isaac. Ella es la primera que dice que quiere pelear con los Hirsizlar, y no conseguirá nada siendo tan sensible.
Voy a replicar por lo de “novio protector”, pero no me dejan. Ya han acabado todos de desayunar y empiezan a hacer ruido con los platos, llevándolos al fregadero. Termino mi tostada rápidamente y ayudo a fregar.
-     Hala, vámonos, que tenemos un rato de camino.
Al contrario que en mi otro entrenamiento, Mariam decide que es mejor que vayamos todos juntos.
Luz y Martina van canturreando algo de un gato que intentaba meterse en un zapato, lo que da un aire feliz al grupo. El resto, en cambio, parece que vamos a que nos ahorquen. La diosa del sueño va a la cabeza, muy seria, murmurando algo de que no sabe cómo entretener a los trabajadores de la zona a la que vamos. Álex, Isaac y yo vamos detrás, completamente silenciosos, e incluso el primero parece preocupado.
No entiendo a qué viene tanto silencio, pero el estado de ánimo del grupo es bastante contagioso. Para no ponerme aún más nerviosa, empiezo a hablar mentalmente con el chico fantasma:
-     Oye, Isaac, ¿qué pasa? ¿Por qué están todos tan callados? Menos las pequeñas, el resto…
-     Álex me explicó antes que Mariam está bastante emocionada. Dice que, en cuanto aprendas a usar tus poderes nos iremos todos de aquí para buscar a las otras personas que aparecían en el cuento. El chico está preocupado porque piensa que no estamos preparados para enfrentarnos a los Hirsizlar por nuestra cuenta…
No puede terminar de explicarme, porque llegamos al lugar en el que va a comenzar mi entrenamiento y Mariam nos pide que nos escondamos. Sigue avanzando ella sola hasta el lugar en el que se está produciendo la tala de árboles y, según nos dijo antes que haría, está durmiendo a todos los trabajadores. Vuelve al poco rato.
-     ¡Que dé comienzo el segundo entrenamiento de Andrea! –grita y por su tono entusiasmado me doy cuenta de que, aprenda o no a usar mis poderes, nos hará irnos de Casa Cronos pronto. 

-----Nota de Sofía-------
Disculpad! Ayer no pude subir el capítulo porque tuve problemas con el internet. Supongo que fue a causa de la tormenta, no dejó de caerse en toda la tarde. Lo iba a subir hoy más temprano, pero me quedé dormida... se está tan a gustito en la cama...
Y vuelvo a pedir perdón por los dibujos. El del martes se nos olvidó a las dos y aún no lo tengo, y con el de hoy no nos poníamos de acuerdo. A ver si nos centramos un poco, que las vacaciones nos han sentado fatal.
Perdón! Pasad un buen fin de semana

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