martes, 17 de abril de 2012

Capítulo 33

Nos acercamos al claro en el que estaban los leñadores. Estos siguen aquí, pero están tumbados todos en un rincón, como ramas peligrosamente cerca de los ojos.
Es una imagen impactante, tanto por esas personas obligadas a dormir como por los árboles a los que han quitado la vida. Hay un montón de troncos en el extremo opuesto del claro y todo está lleno de tocones.
Mariam se sienta dispuesta a empezar y se cruje los nudillos. Pide al resto de los chicos que se coloquen a su lado, la escena tiene cierto parecido con un juicio.
La chica comienza a hablar:
-     ¿Has visto cómo han dejado esto? Está hecho un asco. No solo han arrasado con la naturaleza de la zona, sino que han dejado botellas de cerveza por todas partes –no me había dado cuenta de ese detalle, pero es verdad que hay varias botellas-. Piensa en lo que puede hacer ese vidrio si le da un rayo de sol. Lo reflejará y quemará todo esto… incluidos los animalillos que antes correteaban por aquí.
La chica para de hablar y todos me observan, pero no ocurre nada. Puede que la escena me entristezca un poco, pero no toca tanto mi fibra sensible como que se metan con mi familia.
-     Ay, Mariam, sirves para escritora de novelas de miedo, pero no para dramas. Déjame esto a mí –Luz ocupa el tocón sobre el que estaba su hermana, que se ha apartado.
-     Cómo no lo consigas tú tampoco, me reiré –amenaza.
La pequeña asiente sin hacer mucho caso a  la diosa del sueño y se dispone a hablar conmigo, pero piensa algo y vuelve a dirigirse a la chica:
-     Vale, pero si lo consigo, me sustituirás en la semana que me toca repetir con Stefania –ríe.
-     ¡Eh! Eso es demasiado… pero acepto. No lo vas a conseguir…
Luz, muy segura de sí misma, me mira y me dice que me tumbe en el suelo. Me parece una orden bastante extraña, pero acepto y obedezco.
-     Bien, cierra los ojos –lo hago.
La chica se ha callado y la oigo alejarse y susurrar algo a los demás. Empiezan a oírse golpes de objetos metálicos por todas partes, y todos gritan y caen al suelo. Me levanto asustada, esperando encontrarme con un ataque sorpresa de los Hirsizlar y tener que salir corriendo sin poder hacer nada, pero todos están bien y se ríen.
-     ¿Te has asustado? –me pregunta Luz. Contesto enfadada que sí- Es normal. Así es cómo creo yo que se siente un árbol cuando todos sus compañeros caen a su alrededor y él no puede hacer nada para evitarlo. Solo pueden esperar un destino igual de triste ¿Recuerdas cuando de pequeña hacías alguna trastada con tu hermano? Le pegaban a él y tú solo podías esperar a que llegase tu turno. Seguro que llorabas y lo pasabas mal. Piénsalo. Recuérdalo. Siéntelo. Imagina que eres uno de esos árboles que han talado.
Y, tal y como esperaba la pequeña, el recordar a mi familia ha vuelto a afectarme mucho y siento ganas de llorar, tal y como la otra vez sentía ira. Esta vez, en lugar de dejarme llevar por mis sentimientos, me esfuerzo en concentrar esa fuerza en mis manos, que tengo muy apretadas entre sí. Cierro los ojos y siento cómo la energía pasa a través de mí. Es una sensación espectacular, como cuando te duelen muchos los pies y te quitas los zapatos, como cuando hace mucho calor en la cocina y entra una ráfaga de aire fresco por la ventana.
Caigo al suelo, sin fuerzas pero consciente, y abro los ojos. Allí, en el lugar en el que había tantísimos tocones, lo que ahora hay son árboles. Muchísimos chopos crecen entre nosotros y mis amigos me miran fascinada.
-    ¡Ja! Que luego diga Álex de sus poderes del tiempo. Esto sí que es bonito –ríe Isaac, que se ha colocado a mi lado y hace como si acariciase una de mis creaciones-. Ahora solo tienes que aprender a controlarte, ya que has conseguido no desmayarte.
-     ¿Voy a tener que pasar dos semanas con Stefania? Ay, no ¿Alguien tiene una seta venenosa a mano? Saca una, Andrea –miro a Mariam, que se ha sentado con cara de horror en frente de mí.      
-     Estás hecha toda una artista, son muy resistentes –me felicita Álex, que se ha subido a uno en un tiempo record.
-     Que buena maestra soy –Luz parece contentísima-. Vamos a completar la maravillosa creación de Andrea.
Empieza a hacer unas cosas muy raras con los dedos, moviéndolos lentamente como si estuviese haciendo figuritas con una cuerda. De pronto, se levanta una brisa fresca muy agradable.
-     Esto es alucinante, parece un cuento se hadas –Martina mira con adoración los árboles-. Solo recuerdo cosas así de cuando papá nos llevó a la Edad Media ¿Te acuerdas, Álex?
-     ¿Cómo no voy a acordarme? Me reí un montón cuando aquella señora te echó por encima el cubo lleno de…
-     Anda, dejaos de batallitas. Que alguien me ayude a levantar a Andrea, tenemos que irnos antes de que esta gente se despierte –Mariam señala con un gesto a los leñadores- A ver si hay suerte y Samuel y la otra loca se han despertado ya y nos cuentan lo que descubrieron ayer.
No paso por alto que la diosa del sueño no me ha felicitado por mi nuevo logro, pero no comento nada. Mientras Álex y ella me ayudan a caminar, me viene a la mente que quizás esté celosa de lo potente que soy, pero rechazo esa idea. Mariam no es la típica persona que se molesta en tener celos de los demás, sino que se esfuerza en alcanzarlos. Es una de las cosas que más admiro de ella.
-     Ese pensamiento ha sonado muy Hirsizlar –me regaña Isaac, que me ha vuelto a leer la mente-. No me gusta que pienses que eres superior.
-     Jo, Isaac, no me regañes, que me duele la cabeza. No pienso que sea superior, supongo que simplemente me ha impactado la cantidad de cosas que he creado con mis poderes… Pero Mariam es mejor que yo en mucha cosas. Pelea bien a puñetazos, no acaba moribunda cada vez que usa su poder… Tú tranquilo, que no me convertiré en Hirsizlar.
Antes de que el chico me conteste, llegamos a la valla del jardín. Junto a ella está Samuel, que grita emocionado:
-     ¡¡Sabemos dónde está!! ¡¡Hay que ir a buscarla!!

--------Nota de Sofía-------
Un capítulo igual de maravilloso que siempre, ¿verdad? Aunque quizás sea un poco corto... Podría haberle añadido más rollo en las descripciones, pero eso resulta muy aburrido para los lectores, al menos para mí.
Seguimos sin dibujos, a ver si nuestra queridísima Andrea se acuerda de traerlos al instituto --.--"
Que yo recuerde, no tengo más cosas que deciros, aunque seguramente me estoy olvidando de algo, como siempre.
Pasad una buena semana ^^

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