martes, 24 de enero de 2012

Capítulo 7

Me arreglo el pelo rápidamente y acudo a abrir la puerta. Al otro lado está Mariam, que me lanza un bulto de tela.
-    Aquí tienes tu ropa. Baja ese vestido para lavarlo cuando te cambies. El cuarto de baño es esa habitación de ahí –señala a la puerta que hay junto a mi cuarto.
-    Vale, buenos días –contesto intentando ser educada.
Sonríe y baja por las escaleras. Entro en mi cuarto para cambiarme, pero recuerdo a Isaac y abro la puerta del baño. Es una habitación de paredes blancas. En frente de la puerta hay una bañera, además de un váter, un lavabo y un espejo. Desdoblo el vestido y lo observo.
Es una prenda bastante corta, pero es de un rosa pálido muy bonito. Dudo que lo haya elegido Mariam.
Me pongo el vestido, me aseo un poco y enfilo en pasillo en dirección a las escaleras. A mitad de camino, recuerdo algo y vuelvo sobre mis pasos. Entro en mi habitación y busco a Isaac con la mirada. No está. Que chico más raro. Cierro la puerta y me giro.
Me llevo un susto al ver que está detrás de mí.-No me voy a pasar todo el día encerrado, te acompaño. Si quieres decirme algo, no lo hagas en voz alta o te tomarán por loca. Piénsalo.
-¿Puedes leerme la mente?
-  Claro, alguna ventaja tiene que tener estar muerto –sonríe.
Avanzo resignada por las escaleras. Al conocer a Isaac me di cuenta de que todo lo que me habían explicado abajo era cierto. Tengo un montón de preguntas que hacer.
Una vez que llego abajo, me doy cuenta de que Mariam no me ha dicho dónde debo reunirme con ellos. Isaac me lee la mente y me explica que están en el comedor. Parece tener un sexto sentido para localizar a la gente.
-    No es nada de eso –ya ha vuelto lo ha vuelto a hacer-. Siempre desayunan a esta hora, llevo muchos años observándoles.
-    ¿Y por qué llevas tanto tiempo en esta casa?
-   Antes vivía aquí.
La respuesta es corta, pero no hago más preguntas. Parece que no le gusta mucho hablar del tiempo en el que estaba vivo.
Llegamos a la puerta de la habitación en la que cenamos anoche y llamo a la puerta tímidamente. Nadie contesta, pero Isaac insiste en que están en esa habitación. Cojo el picaporte dispuesta a abrir, pero antes de que llegue a hacerlo Alejandro abre desde dentro. Va corriendo, así que me aparto.
Detrás de él va Mariam con un trozo de cerámica en su mano derecha. Supongo que el chico ha roto algo. Es mejor que ellos dos no estén en el comedor, son muy escandalosos y yo voy a mantener una conversación importante con Ángeles.
Bueno, ese era mi plan hasta que veo al padre de los gemelos mordiendo una tostada recubierta de mantequilla. Me saluda muy tranquilamente, no parece extrañarse de mi presencia en su casa a esas horas de la mañana. Como no sé si debo mencionar el tema de las guerras entre dioses delante de él, me limito a comentar lo bonita que es la casa.
Cojo una silla y me siento al lado de Samuel, que me pregunta cómo he pasado la noche. Tras mentirle descaradamente y decirle que he dormido muy bien, me siento a la mesa y cojo una tostada. Comemos en silencio, solo se escuchan el crujir del pan y la risas de Isaac que, sentado sobre la mesa, dice que estrellarse contra un armario no es pasar una buena noche.
Cuando ya hemos terminado de desayunar, entran Mariam y Alejandro en la habitación. Él parece contento, pero la chica va echando chispas.
-    Eh, Andrea ¿qué narices has hecho con el otro vestido? En el lavadero no está.
-    Pues… -la verdad es que no tengo ni idea de lo que he hecho con el vestido.
-    Se te ha caído cuando te he asustado –me dice Isaac, que ya ha parado de reír
Doy las gracias mentalmente al fantasma y le digo a Mariam que he olvidado el vestido arriba. Salgo de la habitación y voy a por él. Después Isaac me explica dónde está el lavadero y lo suelto allí dentro de una máquina cúbica que no he visto nunca. El chico me explica que se llama “lavadora”
Cuando llego al comedor, el padre de los chicos ya se ha ido y entre todos han recogido la mesa. Los dos chicos juegan al ajedrez, Ángeles está leyendo y Mariam está mirando fijamente a un gato.
Al oírme entrar mira a su hermano y, riendo (es la primera vez que la veo contenta), le dice:
-  Cinco duros a que nos hace una ronda de preguntas ahora que se ha ido papá.
-   Ganas tú –le digo.
Me acerco a la abuela y lanzo la pregunta más importante de todas, la que tendría que haber hecho ayer por la noche, aunque fui no me atreví a hacerlo.
-Señora… ¿qué le va a ocurrir a mis padres?
Álex, espectacularmente guapo :P


------------Nota de Sofía Lima-------------------------
¿Cómo va la vida, familia? Ya estamos aquí otra vez dando la lata, esta vez con el capítulo 7.
Tal y como os dije, Álex es guapísimo, ¿verdad? Que penita que no sea humano, me he vuelto a enamorar (jeje)
Pues no tengo mucho más que contaros, la verdad... lo típico, que comentéis y tal... pero eso ya está muy visto. Creo que no hay nada más, os dejo con Andrea Xie y su diminuta nota.
---------------Nota de Andrea Xie--------------------------
Hola a tod@s!!
¿Qué tal el fin de semana?
Hoy tengo mucha suerte, porque he sacado un 10 en el examen de matemáticas.
Que contenta estoy.
Bueno os dejo con el dibujo del capitulo 7( Álex)
Y adiós, hasta el viernes.

2 comentarios:

  1. Me encanta :3 Buah el dibujo es precioso ^_^ ?EL viernes más no? Ah, sí, que lo pone arriba xDDD ¿10 en Mate? Yo tengo examen el viernes pero tendré un siete o así xDD Quiero que sea viernes *____________*

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    1. Huy, un siete ya es mucho... a mi este año me van fatal, no entiendo por qué. Mira q me esfuerzo... tenéis q darme clases!

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