miércoles, 4 de enero de 2012

Capítulo 2

Las pocas veces que he venido a la escuela, he pasado los recreos sola, dibujando. Hoy ha sido distinto. Ya dije que no me gustaba relacionarme con los chicos, pero el que se ha sentado esta mañana a mi lado, Alejandro, es un poco pesado y se ha pasado todo el recreo detrás de mí.
No es que me caiga mal, es que me resulta raro que alguien me preste tanta atención, más alguien que tiene bastante más dinero que yo. Él debe ser bastante rico, no tiene las manos quemadas ni agrietadas por el trabajo, y nunca ha venido a la panadería, lo que quiere decir que sus padres no le encargan tareas.
Durante el recreo hablaba mucho. Ahora, que acabamos de salir de la escuela parece hablar aún más. Hay momentos en los que no entiendo lo que me dice, porque utiliza expresiones un poco raras, pero no me deja hablar para preguntarle. Parece pasárselo bien contándome anécdotas de la escuela, aunque hay personas de las que mencionas a las que no conozco.
Cuando estamos llegando a mi casa decido pedirle que se vaya, no me apetece demasiado que mis padres me vean con un chico. Por más que les explicase que es un amigo y que le he conocido hoy, seguro que no me creerían, él me trata como si me conociese desde hace mucho tiempo.
-              -Oye, Alejandro…
-              -Que no me llames así, que suena muy cargado. Te lo he dicho veinte veces: Á-L-E-X.
-            -Sí, como quieras –llamarle así sonaría como si tuviese confianza con él, y no quiero que la gente piense eso, así que le pienso seguir llamando Alejandro-. Ya estamos llegando a mi casa, seguro que tú vives lejos… puedes irte si quieres.
-                    -¿Me estás echando? No seas así, que no voy a hacerte nada… -se ríe.
-                    -No, simplemente llevas dándole la lata todo el día –de detrás de la casa de una vecina sale Mariam. ¿Nos ha estado siguiendo?
Coge a Álex… digo Alejandro… por el cuello de la camisa y se va sin ni siquiera despedirse. Qué poca educación, eso que va siempre a la escuela. Bueno, supongo que no se lo tendré en cuenta, le debo una por haberse llevado al chico.

Avanzo unos metros más hasta llegar a mi casa y empujo la  vieja puerta de la pastelería. Está cerrada, cosa que es extraña. Siempre abrimos desde las seis de la mañana hasta las ocho de la tarde más o menos y no paramos a medio día. De todas formas, aunque hubiesen parado a comer, la son las cuatro, tendrían que haber terminado.
Empujo otra vez, pero sigo sin abrirse. Pienso en gritar a ver si mis padres me escuchan, pero me da vergüenza montar un espectáculo y decido rodear la casa y entrar por la parte de atrás.
Normalmente no usamos esa puerta porque es muy vieja y nos da miedo que se nos caiga encima al abrirla, pero confío en mi suerte y allí la encuentro, igual de fría que siempre, pero más vieja e inútil que nunca.
      Está tirada en el suelo, separada del pomo (que se ha desprendido) unos tres metros. Esta escena y que la puerta cerrada de la pastelería hacen que se desate en mí la histeria.
      Entro a toda velocidad lanzando hacia un lado el plumier y el cuaderno, que impactan con el perchero que hay a la entrada y lo vuelcan. Avanzo por toda la casa, recorro habitación por habitación y no les encuentro en ninguna parte. No parece que haya pasado nada, no hay muebles rotos (a parte de la puerta), ni el suelo está manchado, ni nada fuera de lo común. Consigo controlar mi pánico y decido llamar a mi abuela, para ver si ella sabe dónde están mis padres. Me dirijo hacia la puerta derribada a toda velocidad, tropezando con el perchero que se cayó antes.
      Entonces, cuando estoy intentando levantarme, una mano surge detrás de mí y me pone un paño húmedo tapándome la boca y la nariz. Antes de dormirme, solo escucho una enigmática disculpa:
-                        -Lo siento, pero no puedo dejar que te arriesgues.
    
La puerta principal de la pastelería. (Se nota que este no es el punto fuerte de Andrea Xie :P)
    

-
-          -------Nota de Sofía----------
   Buenos días, tardes o noches, depende de cuando leáis esto. Lo primero es pediros perdón por los guiones en los diálogos, que no sé si se ven bien. He descargado recientemente Google Chrome y me lo está poniendo todo patas arriba. Bueno, no creo que queráis que os cuente mi vida, así que vamos a hablar del capítulo.
   Creo que la cosa ya empieza a ponerse interesante, ¿no? Como ya dije, odio los capítulos de presentación, me da la sensación de que hacen que la gente piense que mis historias son aburridas. El problema es que son necesarios. 
   A partir de aquí la cosa va cogiendo forma, espero que os gusten las historias de aventuras.
    
  Nada más, que os traigan muchas cositas los Reyes! :P

` PD: No hay nota de Andrea Xie porque olvidé pedirle que me la dijese. Si quiere decir algo lo colgaré luego.

3 comentarios:

  1. Vaya, esto comienza a ponerse interesante...
    Comparto tu opinión de los capítulos de introducción.

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  2. Mola ;) Alex, Alejandro o como quieras llamarlo me cae bien :P ¿Qué la van a secuestrar? Yo no habría entrado, llamaría a los vecinos o al primero que pasase por allí xD
    ¡Un beso! <3

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  3. Bien, bien! la opinión de dos escritoras y ninguna es para decir que deje esto!
    Alex es la caña, es el más loco de todos los personajes... o está entre los primeros. A mí también me encanta

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