-
¡Vamos!
Joder, cómo duerme esta tía. ¡Despierta, Andrea! Será posible, siempre la misma
historia –escucho entre sueños a alguien que habla a mi lado, pero no termino
de despertar. Mi madre está regañándome por haber quemado una barra de pan y sé
que debo escuchar lo que me dice.
-
Isaac
dice que quiere intentarlo, deja que el muchacho lo intente –interviene otra
voz, de extraño acento.
-
Si
lo consigue el fantasma antes que yo, mataré a alguien –gruñe la primera.
-
Ve
pensando en quién será tu víctima –una tercera voz ríe a mi lado- ¡Andrea,
levanta, que hoy puedes ir al colegio!
-
¿En
serio? –me levanto de un salto y me mareo un poco. Cuando me recupero, me doy
cuenta de que no estoy en la pastelería y me invade la desilusión. Voy a
empezar a regañar a Isaac por despertarme así cuando Mariam me coge del brazo
sano y me gira hacia ella.
-
¿Dónde
está tu dinero? Lo hemos buscado por todas partes y solo ha salido una moneda
de cinco duros.
-
No
tengo más, se quedó todo en casa… ¿o lo guardó la abuela? No lo sé.
La
diosa del sueño no me contesta. Da dos o tres vueltas por la habitación
murmurando algo y luego empieza a llamar a voces a Alejandro. Luz, que estaba
leyendo uno de los libros de la Mariam del futuro, me explica que irán ellos
dos a comprar a nuestra época. Me quejo, yo también quería volver a casa, pero
Stefania me explica la situación con sus típicos errores gramaticales. En
primer lugar, solo puede ir una persona (a parte de Álex) porque lo más probable es que nos estén
buscando, y Mariam tiene mucho talento a la hora de regatear los precios. En
segundo lugar, aquí hace falta gente para analizar el RDHN (Registro de Dioses
del Hemisferio Norte) en busca de los que faltan en el grupo. Y, en tercer
lugar, la poca ropa que teníamos quedó destrozada por la pelea del día que
llegamos y necesitamos que alguien la arregle, además de modificarla para que
se ajuste a esta época.
Después
de despedirnos de los viajeros temporales y pedirles que no tarden mucho en
volver con la comida, los que quedamos nos repartimos los trabajos.
·
Luz
y yo formamos el equipo de Restauración de Vestimenta.
·
Kalahari
pasa a ser el diseñador de los trajes y exige ser llamado Kalahari Ruiz de la
Prada, cosa que solo Jose parece comprender. Stefania llevará a cabo los
proyectos del cubano.
·
El
Equipo de Investigación queda formado por Martina y Samuel, que investigarán a
los dioses de nuestra época; y Jose e Isaac, que investigarán a los dioses de
esta. Como nadie del grupo puede escuchar a los fantasmas, tendrán que
comunicarnos sus descubrimientos a los del piso de abajo, que haremos de canal
entre ellos y los “humanos”
Los
del Equipo de Investigación suben al primer piso, donde Jose guarda los libros,
arrebatando a Luz el que estaba leyendo para que no se distraiga del trabajo.
Los de Reparación de la Vestimenta y Diseño ocupamos el salón.
Al
fin, después de tanto tiempo haciendo planes, me siento realmente activa.
Aunque mi trabajo sea relativamente sencillo, sé que es útil para que el resto
de actividades den resultado. Remiendo agujeros, quemo hilos salidos, arreglo
bajos pisados. Estoy realmente concentrada en lo que hago, y eso me gusta. Ni
siquiera cuando iba a la escuela me sentía tan bien, tan llena de energía. Me
planteo si, en un futuro, debería dejar la panadería de mis padres y montar un
taller de costura. Le pregunto a Luz, que el otro día decidió que se quedaría
en el sur aunque sus padres la desheredasen, si querría ser mi socia.
-
¡Claro
que sí! –me contesta, ilusionada- Lo llamaríamos “Las apasionadas costureras
guerreras”.
-
Primero
guerreras. Vosotras más pasión con eso –interviene Stefania, que está haciendo
agujeros en los vaqueros de Mariam. Según Kalahari eso está de moda, pero me
duele solo con verlo.
Voy
a contestarle que yo soy demasiado tranquila y que no me gustan las guerras,
pero unos gritos en el piso de arriba me interrumpen. Aunque al principio me
asusto pensando en un posible ataque Hirsizlar, pronto la voz de Jose se
escucha sobre las demás, tranquilizándonos:
-
¡Tenemos
a uno! ¡Un tío con un nombre más raro que un perro verde!
-
¿De
dónde? ¿Cuándo lo vamos a llamar? –contesta Kalahari, muy ilusionado.
-
Ese
es el problema, que hay que ir a buscarle en la otra época. Es turco, no lo
vamos a traer tal y como estaban las cosas por aquí en los 60 con los
extranjeros. Es turco. Luego hablamos –explica Samuel, para disgusto del
cubano.
Discutimos
un rato sobre el asunto de la nacionalidad del nuevo integrante del grupo, pues
que se uniese a nosotros implicaría viajar a una de las primeras bases
Hirsizlar y, además, Mariam y yo tendríamos que aprender el idioma común.
Los
del grupo de Vestimenta llegamos a la conclusión de que lo mejor sería dejar
ese viaje para el final, cuando ya casi esté el grupo completo y Mariam y yo
consigamos decir algunas frases básicas. Según me explicó una vez, solo sabe
saludar y decir tacos.
-
Por
cierto, Andrea, ¿llegaste a controlar tus poderes? –me pregunta Stefania,
poniéndome en evidencia y consiguiendo que la odie más que nunca.
-
La
verdad es que no he vuelto a intentarlo desde aquella vez en la chopera de
Sevilla.
-
¿Por
qué no pruebas a resucitar las macetas del patio cuando acabemos de coser? Jose
me comentó que las riega, pero que esa tierra no les gusta –me anima Luz, con
su típica felicidad inocente.
Asiento
y sigo cosiendo en silencio. Los del grupo entran en un cruel debate sobre la
mejor forma de deshacerse del típico gato que escarba en tus macetas para hacer
sus necesidades, y yo prefiero no intervenir. Si aparece Mariam y los escucha
hablando sobre semejante asunto, hará que todos durmamos hasta el fin de los
tiempos.
Esta
última reflexión, hace que empiece a pensar en el cuento de La Bella Durmiente y desconecte del todo
del mundo que me rodea.
Cuando
quiero darme cuenta han pasado treinta y cinco minutos, y los chicos de arriba
vuelven a hacer ruido, aunque esta vez solo son dos voces, las de Isaac y
Martina. La pequeña es la que se pone en contacto con nosotros, mientras el
antigua dios del fuego refunfuña algo incomprensible:
-
¡Kalahari!
¡Dile a Samuel que hemos encontrado a una tía de los países del este, muy
lista, que se parece mucho a uno de los personajes del libro!
-
¡No
le hagáis caso, es Stefania! Pero ella está convencida de que es otra persona.
Niña cabezota…
-
¿Cómo
va a ser Stefania? El fragmento del libro que Jose ha copiado de ella dice: “Su
larga cabellera rubia era mecida por la suave brisa marina mientras ella,
impasible, perdía su mirada en la gran ola que acababa de crear”. ¿Qué me dices
de la ola? ¿Y del pelo rubio?
-
El
pelo de Stefania es castaño claro, puede pasar por rubio. Y el fragmento no
especifica si es una ola como las del mar o una ola de luz, como la de la
resurrección de Cristo en la Biblia.
Kalahari
cuenta la discusión entre los dos fantasmas a las chicas del equipo de
Vestimenta antes de transmitírsela a los de investigación, para ver lo que
opinan. Mientras decidimos qué hacer, pido a Isaac y Martina que sigan
investigando a los demás personajes del libro.
Cuando
termino de hablar mentalmente con Isaac (no quiero distraer a los otros
gritando), el cubano aún está explicando a Luz y Stefania lo que ha ocurrido.
De alguna forma extraña, ha memorizado perfectamente cada palabra que han dicho
los fantasmas. Le pido que se de prisa para que podamos remprender el trabajo,
así que hace un breve resumen de las dos últimas intervenciones. Después, mira
a las chicas esperando que alguna diga algo, pero pasan unos segundos antes de
que eso ocurra.
La
que habla es la rumana que, por algún motivo, está completamente pálida. Nos
pide que llamemos a los del equipo de investigación y asegura que tiene que
contarnos algo importante. Mientras bajan, desaparece en la cocina en busca de
un vaso de agua.
Nos
sentamos en el sofá y las sillas de comer, dejando un hueco en el centro para
que Stefania se siente. Explicamos rápidamente a Jose y Samuel lo que los
fantasmas habían encontrado, dando tiempo a la rumana. Tarda un poco en volver,
pero no parece en absoluto recuperada. Traga saliva antes de hablar y, en voz
baja, nos empieza a contarnos lo que tanto la ha asustado:
-
Yo
conocí a chica esa. Ser hija de una Hirsizlar, pero no mala persona. No
compartir ideales malignos, ella neu… neutral. Pero querer mucho a su madre,
siempre con ella y… murieron las dos en camión que volaron mis padres en
Rumanía.
-----------Nota de Sofía--------------
-¡Oh, que gran final! ¿Qué va a ocurrir ahora, queridísima Sofi?
- A mí no me preguntéis, que no tengo ni idea. El capítulo ha salido así porque sí, esta misma mañana no tenía ni idea de lo que iba a escribir. Solo espero que os haya gustado y que comentéis ^^
PD: Ya os animé en tuenti a hacer una porra para el Barça-Madrid de esta noche, pero os lo repito aquí. Si acierta alguien, os hago Botellón de Capítulos. Puede participar todo el que quiera, aunque no lea la historia ;)
Tenéis hasta las 19:50
*____________* Me ha encantado :D
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