*Contado
por Mariam*
No
entiendo por qué me toca acompañar al tío este. Ni siquiera sé como funciona el
dinero en esta época, así que no creo que vaya a servirle de mucha ayuda. La
situación me resulta bastante incómoda, aunque soy fuerte no me gusta caminar
con un desconocido por un lugar que no conozco. Casi agradezco que Alex y
Andrea nos estén siguiendo. Intentan esconderse, pero llaman mucho la atención.
Son incapaces de estar un minuto en silencio.
Estamos
entrando a una tienda bastante grande a la que Jose llama “supermercado”, de
paredes blancas y un gran letrero verde con el nombre de la empresa, cuando
Andrea tropieza con un niño pequeño. La madre de este, una vieja bastante gorda
con el típico vestido de flores rosas, empieza a regañar a voces a mi amiga, lo
que hace que llamen aún más la atención. El chico del futuro no tarda en darse
la vuelta y descubrir la presencia de nuestros perseguidores.
Se
lleva las manos a la cara y, murmurando maldiciones, se acerca a ellos y le
planta cara a la mujer:
-
Oye,
viejales, ya estás dejando en paz a mi amiga, que aquí todos cometemos errores.
Los primeros fueron tus padres, consintiendo que nacieras. Gorda, que estás muy
gorda –dicho esto, coge a cada uno de los chicos por un brazo y entra muy digno
a la tienda. Los sigo sin mirar atrás hasta que llego dentro.
A
través de las puertas de cristal, vemos a la señora gritándonos todo tipo de
improperios. La gente que pasa por la calle se aleja de ella pensando que está
loca. ¿Es, acaso, normal que alguien le grite a una puerta? Nos alejamos
caminando entre estantes llenos de comida y, cuando nos alejamos lo suficiente
de la entrada, los dos chicos estallan en carcajadas.
-
¡Que gesto se
le ha quedado a la vieja, estaba que se la llevaban los demonios! Me tienes que
enseñar a poner esa cara de seriedad al
insultar –Alejandro es incapaz de controlar la risa.
-
Cuando
quieras, macho. Y buscamos a la vieja y la saludamos los dos juntos –siguen riendo,
mientras Andrea les mira con cara de enfado.
-
Sois muy
malos, no hacía falta decirle gorda. Solo se ha enfadado un poco…
Al
hablar ella, Jose parece acordarse de que esos dos no nos acompañaban desde el
principio y su expresión se vuelve seria. Alex, al ver que su compañero de
risas está cabreado, se calla y se coloca al lado de Andrea en un gesto entre
protector y asustado. Poco tarda el chico del futuro en empezar a discutir
también con ellos:
-
Y, ahora…
¿me vais a explicar por qué nos estabais siguiendo? No sé si os dais cuenta de
que llamáis mucho la atención, con esos modales y esas ropas del año de la
polca. Y más ella, con todo el brazo vendado.
Los
dos se miran sin saber qué decir hasta que Jose se gira y sigue andando. Es un
tío la mar de raro. Con esas rabietas que le dan, podría ser divertido convivir
con él. Espera… ¿en qué estoy pensando?
*Contado
por Andrea*
Mientras
caminábamos y observábamos a los chicos, comprendí más o menos lo que Alejandro
había querido decirme. Esos dos son exactamente iguales, cambios rápidos de
humor, nerviosos, activos y bastante bordes. Se podría decir que están hechos
el uno para el otro si no estuviese el problema de que son nieto y abuela.
Aunque en esta situación, el nieto es mayor que la abuela.
-
¿No sería
mejor que les contásemos lo que sabemos? Podría darnos problemas que llegasen a…
a… a algo más –le pregunto cuando nos alejamos un poco para buscar las verduras
de la ensalada.
-
Sería lo más
cómodo, pero si Samuel no ha propuesto esa solución, es que no es válida. Él es
el de las grandes ideas, es imposible que no se le haya ocurrido algo tan básico.
Tiene que haber algo más que se nos escapa relacionado con el cuento ese. –dice
el chico mirando fijamente una caja con tomates.
-
Álex… ¿por
qué crees que no nos dejan leer el libro?
El
dios del tiempo posa en mí su mirada, con cara de extrañeza. De pronto, se pone
aún más serio si cabe y sus ajos se abren como platos. Parece preocupado por
algo, pero tarda unos segundos en explicarme su teoría.
-
¿Recuerdas
lo que dijo Samuel del final del libro? Creo que no le había gustado mucho. A
lo mejor está intentando cambiar la historia, Andrea. Solo él y Stefania han
manipulado ese libro, y ella ni siquiera terminó de leerlo. Así que, si quiere
cambiar la historia a su antojo, no le resultaría nada difícil. Con manipular
una pequeña parte toda la historia podría cambiar radicalmente.
-
¿Estás
sugiriendo que Samuel nos ha traicionado? No puede ser, sois sus amigos de toda la vida y él es un
chico sensato y bueno…
-
Eh,
tranquila, no tiene por qué ser precisamente eso. Por ahora, vamos a coger esos
pimientos antes de que Mariam y Jose sospechen de nuestras conspiraciones y,
esta noche, pasaremos a la acción. Pero no se lo digas a nadie o Samuel podría
enterarse. Es mejor que todo esto quede entre nosotros mientras no estemos
seguros.
Asiento.
No
hace falta que Álex me explique su plan. Está claro que tiene intención de
conseguir el libro y leerlo sin contar con los demás. Ahora que parece estar
fraguándose una traición, tendremos que estar más unidos que nunca y esforzarnos
por llevar a cabo todos los planes secretos de mi loco amigo.
Aunque esos planes locos pasen por robar un libro del que un
posible Hirsizlar no se separa en ningún momento.
-----------------Nota de Sofía-----------------
No sé si es corto o largo, pero me gusta bastante este capítulo. Tiene su puntillo gracioso, y la emoción no le falta. Pero, si no os habéis quedado content@s, mañana o pasado tendréis otro capítulo (aunque no sé qué día es hoy).
Me he sentido muy mal por tardar tanto y me he puesto las pilas, intentaré volver a la carga ahora que han terminado las vacaciones.
¡No olvidéis dejarme un comentario halagador en el que digáis lo perfecta que soy! ^^
AL FIN *____________________________* Ya solo por subir por fin te hacía una estatua è.è Es corto D: Ya puedes ir subiendo pronto o...o...o algo xDD Jo,qué ganitas de más :)
ResponderEliminar¡Un beso!